Puig: “El primer día con una MotoGP puede ser un infierno”

Diogo Moreira debutó en MotoGP recién proclamado campeón del mundo de Moto2. A pesar de que el brasileño selló con Honda su salto a la categoría reina mucho antes de haber amarrado el título de la categoría intermedia, su talento convenció a la marca japonesa para darle una plaza en el box del LCR, donde trabajará bajo contrato de piloto oficial. Y por esa razón, tan importante fueron sus impresiones para Lucio Cenicchello, jefe del equipo satélite, como para un Alberto Puig que siguió muy de cerca su estreno. El team manager de HRC fue uno de los grandes valedores de este fichaje, que además rompió una de las largas tradiciones en la marca del ala dorada.

La imagen más habitual en el box del LCR era contar con un piloto asiático bajo el paraguas de Idemitsu. Sin embargo, Puig ha optado por asignar esa plaza a un piloto joven con proyección haciendo del equipo satélite una especie de cantera que permitirá a Moreira familiarizarse con la categoría reina. Donde para empezar, el brasileño dio un total de 57 vueltas y se estrenó a 1.8 segundos de la cabeza en una primera toma de contacto en Valencia que no le dejó indiferente. “En la primera salida me asusté un poco, pero al final de la jornada fue mucho mejor”, expresaba Diogo, tras probar una MotoGP que en nada se parece en cualquiera de los prototipos que haya probado hasta ahora. Y eso también lo saben en Honda.

“El primer día con una MotoGP es muy complicado, puede ser un infierno. La moto es muy potente, ya le avisamos de que se lo tomara con calma, como tendrá que hacer también en los test de Sepang el año que viene", expresaba Alberto Puig, tras conocer las primeras impresiones de su nuevo piloto. Moreira salió a pista con una RC213V vinilada con los colores de HRC, pero desde el primer momento dejaron claro desde la marca japonesa que no era el mismo prototipo con el que compitió Aleix Espargaró durante el último gran premio de la temporada.

La moto que puso el de Granollers sobre el asfalto en carrera fue un adelanto del prototipo de 2026, mientras que en HRC pusieron en manos de Moreira la moto de un 2025 con el que Honda ha comenzado a reconciliarse con su pasado ganador. Llegar hasta lo más alto con el brasileño también es uno de los planes de la marca del ala dorada en el Mundial. Sin embargo, Puig deja claro que “un cambio de categoría no es fácil” aunque sabe que su fichaje llega a MotoGP con galones: “Cualquier piloto que viene de coronarse campeón del mundo, no lo ha ganado por casualidad”. Por eso, el team manager está convencido de que solo es cuestión de tiempo alcanzar sus aspiraciones: “Es un piloto joven, con aspiraciones y estoy seguro de que, con tiempo, irá para arriba“.