MOTOGP | MÁRQUEZ

“Mi influencia dentro del box no tiene que cambiar Gresini”

Integrándose poco a poco en el equipo, Marc Márquez asume su posición y rebaja una euforia muy presente en el box. “Si se divierte, va rápido”, dice su mecánico.

Marc Márquez (Twitter)

“Lo veo bastante motivado y con ganas de empezar”. Lo dice Javier Ortiz, hombre de máxima confianza para Marc Márquez y única persona de su equipo que el ilerdense se ha llevado para comenzar una nueva etapa con el Gresini Racing. Y se siente extraño. La pretemporada ya ha finalizado, pero las sensaciones siguen siendo raras para un piloto que se ha pasado toda una vida junto a HRC. “Cuando me vi por primera vez en la pantalla, vestido con estos colores, la sensación fue extraña. Aún no me veo con ellos porque tantos años vestido del Repsol Honda Team es difícil... Pero estoy ilusionado con esta oportunidad e intentaré aprovecharla al máximo”, aseguraba el propio Marc a DAZN, en unas declaraciones durante la presentación del equipo que se recogen en el nuevo documental de la plataforma, Marc Márquez: familia Gresini.

Y es normal que el sentimiento sea raro. Son once temporadas con una familia de la que le ha costado desprenderse y, aunque ahora ha encontrado otra con la que poco a poco coge más confianza, todo requiere su tiempo. Pero frente a los sentimientos encontrados de un Márquez que busca volver a ganar, reluce la emoción de un equipo independiente con presupuesto ajustado que ve en el fichaje del español como “un sueño hecho realidad”. Son palabras de su directora y dueña, Nadia Padovani, que no podía estar más contenta de recibir en su equipo a un ocho veces campeón del mundo. Los títulos no le imponen ni pesan en un box donde la cercanía y el sentimiento de familia es la base para que todo salga adelante: “Seremos cercanos, si hay problemas podrá venir tranquilamente a hablar con nosotros. Buscaremos eso que habitualmente se suele decir, estar tanto para lo bueno como para lo malo. Siempre estaremos con él”. “Una familia de corazón”, resume la italiana, donde “la parte humana es la que realmente hace la diferencia”, añade su team manager, Michele Masini, otra de las piezas clave en el éxito de este equipo fundado por el añorado Fausto Gresini.

La mejor parte es que Marc Márquez entiende cuál es su lugar. Aunque no ha sido fácil decir adiós al equipo que le dio seis Mundiales de MotoGP, el ilerdense entendió que no podía llegar e imponer su autoridad. “Tampoco mi influencia dentro del box tiene que cambiar esa familia Gresini. Por eso, este fue uno de los motivos por los que me he traído a uno de mis componentes del equipo Repsol a Gresini (Javi Ortiz), pero no a todo el equipo, porque ellos tienen su familia y su ambiente. Por el cambio de un piloto no puedes destrozar a toda una familia, por eso yo tengo que adaptarme a ella”, asume un Márquez que ya es consciente del “orgullo” que es pertenecer a un equipo como este. Especialmente bajo el amparo de Ducati que, tal y como confirmaba Claudio Domenicali, CEO de la escudería, mantendrá ese flujo de información totalmente abierta entre sus diferentes equipos. Y pone las expectativas altas con Marc: “Ya en la prueba de Valencia ha sido muy rápido y creo que podrá ganar muchas carreras. Será un serio candidato para el título”.

Aislado de la presión

Pero esa presión puede jugar a la contra del campeón. Cierto es lo que comenta su propio hermano, Álex Márquez, consciente de que “lleva muchos años con la misma moto y hay que hacer el paso de intentar adaptarse” a la Ducati, lo cual llevará su tiempo. “La expectación puede estar, pero hay que aislarse un poco de eso. Empezar la temporada paso a paso”, añade el pequeño de la familia, ya con un año de experiencia en Gresini, hablando desde la experiencia. Por eso, sabe que el cambio será positivo para su hermano: “Es el ambiente que creo que necesita en este momento. Un equipo más pequeño, donde Marc vuelva a las raíces, a donde empezó, a poder valorar las cosas. Creo que eso puede ser muy bonito para él”. Pero, por supuesto, le dejará su espacio: “Sabe lo que tiene que hacer, es ocho veces campeón del mundo”. Y desde el equipo también están tranquilos con eso. Masini asume que “la expectativa es alta porque, a priori, el proyecto es muy grande”, pero pone máxima confianza en Marc, con el que “seguro vamos a crecer” porque “puede ser un gran valor en este 2024″.

Ajeno a todo lo que se comenta de su persona, Marc se concentra en lo que está por venir: “Entiendo, y estoy agradecido, de que haya mucha expectativa por parte de la gente, porque esto es buena señal. Es trabajo mío el evadirme de todo esto, no empezar la casa por el tejado, sino por la base, poco a poco. Yo soy el primero que tiene la misma ambición y soy el primero al que le gustaría ganar, pero en los dos últimos años no he conseguido ganar una carrera. Así que tenemos que ir poniéndonos objetivos asequibles, donde podamos llegar y ojalá podamos ir ‘in crescendo’, como dicen los italianos”. Solo espera, con el paso de las carreras y de su adaptación a la moto, “como familia Márquez”, junto a su hermano, poder “darles (a Gresini) muchos trofeos, tener unas vitrinas con victorias y podios en MotoGP”.

“Intentaremos sumar y darles muchas alegrías”, añade el campeón que, al menos, ya ha podido tener “un invierno normal, que hacía prácticamente cinco o seis años que no tenía”, lejos de rehabilitaciones y acumulando kilómetros con la moto. Y aunque todo tiene que ir a su debido tiempo, su círculo más cercano sabe cuál es la premisa principal de Márquez. “Si se divierte, va rápido”, confiesa su mecánico, Javi Ortiz. ¿Y si va rápido?: “Gana. Eso no quiero decirlo, pero ya sabemos quien es Marc”.

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