“¿Márquez? No hay más que añadir”

Ducati sigue siendo las dos caras de una misma moneda. Éxito y frustración. Éxito porque Marc Márquez sigue dominando la categoría con 23 triunfos de las 28 carreras disputadas. Frustración porque Pecco Bagnaia sigue sin encontrar soluciones. O más o menos, porque el italiano aseguró a la prensa, con un rostro más aliviado, que los cambios radicales que se habían hecho en su moto antes de la carrera del pasado domingo quizá fueron un buen paso adelante. Al menos, el bicampeón sintió que podía ser más fuerte, sobre todo en las frenadas, algo que había perdido desde el inicio de la temporada. Y, lo cual, es uno de sus mayores puntos fuertes en su pilotaje. Así que quizá el GP de Hungría sea todo un punto de inflexión para los de Borgo Panigale.

Aunque esperan que no lo sea del lado del box de Marc Márquez. Ahí esperan seguir en la misma línea. Y es que no es para menos. Son ya diez dobletes en lo que va de curso (siete de ellos consecutivos), con diez victorias los domingos y trece de catorce posibles los sábados. No hay quien iguale o se acerque a sus números y, por eso, Marc Márquez está cerca de tener su primera bola de partido en Misano. En casa de Ducati. En casa de Valentino Rossi. Lo único que necesita es sacarle otros diez puntos a su hermano y salir de Barcelona con una diferencia de 222 puntos o más. Complicado, pero es un ocho veces campeón del mundo, en busca de su corona más deseada. Sea lo que sea, su jefe, Gigi Dall’Igna, director de Ducati Corse, se queda sin palabras para seguir hablando de su nuevo piloto: “Sobre la fuerza de Marc Márquez, no hay nada más que añadir a lo que ya se ha dicho y escrito desde el inicio de la temporada”.

Así comenzaba su repaso de lo que dejó el último gran premio, en Balaton Park. Y continuaba con su aplauso al español: “Todos estos resultados no son más que la consagración de un campeón redescubierto. Uno nunca se acostumbra a ganar, y debemos celebrarlo cada vez como si fuera la primera, tanto para estimular nuestro entusiasmo como para honrar su gran talento”. Y no descuida el trabajo incansable de Ducati para seguir dominando el Mundial de MotoGP un año más: “Debemos saborear estos momentos al máximo y estar inmensamente agradecidos a todos aquellos que, con su inestimable trabajo entre bastidores, han contribuido tanto al desarrollo de nuestro proyecto con el máximo compromiso, lejos de los focos y la fanfarria de los medios de comunicación: un gran gracias a todos los que forman parte de Ducati Corse”.

Eso sí, no se pueden despistar ni confiar, porque a la vista está que Aprilia y KTM acechan ya desde las posiciones de podio. Lo que es una realidad es que Ducati ha perdido ese monopolio que el pasado 2024, y principios de este año, instauró en el podio. Por eso, celebra los resultados de la esprint del pasado sábado en Hungría, con Di Giannantonio y Morbidelli completando este triplete de los italianos: “La variedad de marcas rivales en la clasificación final dice mucho de la competitividad de nuestros adversarios y añade aún más valor a nuestras victorias. Por este motivo, cabe destacar el podio íntegramente Ducati en la carrera esprint, en la que los dos pilotos del VR46 demostraron la fuerza tanto del equipo como de sus pilotos”.

Confianza ciega en Bagnaia

Por otro lado, Bagnaia volvió a sufrir “un fin de semana realmente complicado” que fue “desde los entrenamientos hasta la ronda de clasificación”. De hecho, no pudo pasar de la Q1, salió muy retrasado y eso condicionó el resto del fin de semana. Fue último en el Warm Up, a tres segundos de Márquez y, unos cambios a última hora, cambiaron todo su feeling. “Solo hubo una nota positiva, pero fue importante: las sensaciones experimentadas en la carrera con los significativos cambios de configuración que se realizaron después de la ronda de clasificación”.

Y no le importa el noveno del domingo: “Lo que importa ahora mismo no es el resultado de la carrera en sí, sino la sensación que ha redescubierto sobre la moto”. “Los resultados solo llegarán cuando haya recuperado por completo la confianza necesaria, lo que también implica acostumbrarse a hacer cosas que deberían ser normales, pero que la configuración anterior no le permitía hacer. Por lo tanto, la siguiente etapa será importante para confirmar el camino elegido: estamos deseando que llegue”, explica el italiano, con vistas a Barcelona, una pista mucho más positiva para Bagnaia. Y tiene una prisa clara: “Creemos en Pecco, y él lo sabe”.

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