Márquez: “El noveno título sería el más valioso de todos”
“Estoy demostrando este año que tampoco se me ha olvidado ir en moto”, dice el del Gresini Racing en una entrevista con AS desde Montmeló.
Siempre es interesante entrevistar cara a cara a Marc Márquez, pero más aún tras verle superar un calvario físico que le alejó de su sitio natural, las primeras posiciones, y de vuelta otra vez a la pelea por el título (es tercero, a 40 puntos de la cabeza). La conversación con el octacampeón en el paddock de Montmeló discurrió por fin principalmente por lo deportivo, aunque también con pasos por el futuro y el mercado, dejando claro que lo que más quiere para 2025 es entrar en el box oficial Ducati.
-¿Cuánto se está divirtiendo este año?
-Como en 2019.
-Eso es antes del palo de Jerez y el año de su último título.
-Sí. Como en 2019 y como en la carrera de Jerez hasta la caída.
-La carrera de la escapada, de la pifia con salida de pista liderando, el regreso en la decimoséptima posición, la remontada hasta la tercera y la caída rodando detrás de Maverick cuando tenía tiempo de sobra para adelantarle y ya no iba a llegar a Quartararo, que ganó. Recuerdo que entonces no le gustó nada que usara la palabra pifia en el periódico...
-Sí, hice un error y me salí. Y luego mi objetivo era ser segundo, porque a Quartararo ya era imposible llegar. Me acuerdo perfectamente, pero a veces te caes. Quedaban dos o tres vueltas (cuatro en realidad) y tenía a Maverick delante, que le iba pillando medio segundo por vuelta. Había tiempo suficiente.
-Ahora lo recuerda y casi hasta se ríe ya de aquello porque vuelve a ser el de antes, ¿no?
-Bueno, te ríes. Te ríes y no te ríes, no te voy a engañar, pero lo llevo mejor. Sé que sin el error posterior a la caída, que fue volver antes de tiempo, que se partiera la placa y todo eso, mi carrera hubiera cambiado mucho. Pero bueno, ha sido así y ha tocado reinventarse y saber sufrir también.
-¿Cuántos mundiales cree que tendría hoy sin aquella caída de Jerez 2020?
-No te voy a decir cuántos, pero sin aquella caída cada año hubiera estado para luchar por el Mundial. Luego, si se gana o no, es otra cosa, pero al menos estar cada año en la pomada, delante, luchando... Estoy demostrando este año que tampoco se me ha olvidado ir en moto.
-¿Cuánto le pone el noveno Mundial?
-A mí me ponía mucho más el reto de volver a ser otra vez competitivo. Si me preguntas eso en 2019, te digo que es el siguiente objetivo, pero luego pasa eso a un segundo plano y es mucho más difícil el reto de estar en el infierno y volver a subir que no pensar en otro título. Eso pasa a segundo plano. Puedes pensar: ‘Yo quiero ser astronauta’. Pero no vas a serlo, porque es algo que está muy lejos.
-Si llega otro título, ¿sería el más valioso de todos los conseguidos?
-De largo. El noveno sería el más valioso de todos. Siempre se ha dicho que no es difícil llegar, sino mantenerse. Yo me he podido mantener muchos años, pero es que luego he desaparecido y recuperar eso es lo más difícil. Es algo que pocos deportistas han conseguido y yo voy trabajando en eso. Cuando estaba en 2021 y 2022, con el brazo en cabestrillo y con otras operaciones, pues buscas documentales de motivación.
-¿Cómo cuáles?
-El último baile (el de Michael Jordan) me ayudó muchísimo y también la victoria de Nadal en 2022 en Australia, que llegaba lesionado. Yo estaba con el brazo en cabestrillo en casa y eso me ayudó mucho, porque él llevaba lesionado mucho tiempo, volvió y ganó. Gestas de otros deportistas ayudan mucho.
-Cuando estaba en la cresta de la ola con Honda, yo siempre le pedía para catalogarle como el mejor de la historia que debía ganar también con otra marca. ¿Tendría más mérito ganar otro título después de lo que ha pasado, con cuatro operaciones en dos años, que eso de ganar con dos marcas diferentes?
-Para mí sería increíble pasar de estar en la situación a que dejo las motos a la de recuperarme y poder luchar por un Mundial. Para mí sería muy satisfactorio, como han sido los otros, pero otro vendría de una situación muy diferente. Ya el simple hecho de lo que estoy viviendo ahora... Por eso estoy tan contento, como si estuviera ganando carreras. Tener la valentía, porque considero que fue un gesto de valentía lo del año pasado, lo de renunciar a un contrato y decir “quiero la mejor moto para ver dónde estoy”, eso es difícil y antes de tomar la decisión tienes dudas. Además, esa decisión no la tomas a puerta cerrada, sino que la tomas y te expones a todo, a pecho descubierto. “Ahora tienes la moto, chaval, y a ver qué haces”. Yo sabía de dónde venía, que necesitaba mi tiempo y confiaba en mí. La confianza es lo último que tiene que perder un deportista.
-¿Se siente ya en la pelea por el Mundial?
-Aún no, y te digo por qué. Me siento en ese grupo de los cuatro primeros, pero hay dos que van por encima de momento, que son Martín y Bagnaia. No fallan un entrenamiento. Siempre están por allí y esto es lo que marca la diferencia. Lo que yo hice en Le Mans (de 13º a 2º los dos días) lo salvas uno o dos días, pero habrá un día en el que te salga mal, porque arriesgas en la salida y tienes más posibilidades de fallar. Ahora vienen unos circuitos importantes que son Cataluña, Mugello y Holanda, los circuitos en los que históricamente he tenido más altibajos. Cuando pasen estos tres circuitos, entenderé mucho más mi situación.
-¿La regularidad ha de ser su arma para este año y que se pongan nerviosos sus rivales por tener que luchar contra un ocho veces campeón?
-Sí, claro, pero también me gustaría tener 40 puntos de ventaja, que es lo que te da esa tranquilidad para poder arriesgar un poco más, porque si fallas aún tienes 20 de ventaja.
-Hablemos de futuro. ¿Cree que Bagnaia pondría problemas a tenerle de compañero en el box oficial?
-Si yo estoy en la posición de Bagnaia, y soy fuerte con una Ducati, hago el mismo discurso que hice yo cuando Lorenzo llegó a Honda: quiero a mi lado a uno de los tíos que me puede pelear un título con la misma moto, porque así tengo las mismas armas. Yo he tenido siempre esta mentalidad. A mí Honda en su día, por respeto, me dijo que iba a fichar a Lorenzo y yo les dije que claro, que era al que tenían que fichar, porque de lo contrario nos iba a ganar con una Ducati, así que era bueno meterlo ahí.
-Pecco cree que teniendo los dos la misma moto no cambiarían las cosas, que también le habría ganado el duelo de Jerez. ¿Cómo lo ve usted?
-No he probado la nueva moto, la 24. Lo que sé es que compito con ellos y no veo puntos débiles en mi moto. Estoy concentrado y sería un error pensar en que llevan un poquito más, esto o lo otro. No. Con lo que llevo, doy el cien por cien y, con una moto u otra, al final lo sacas. Tienes que arriesgar más o menos, pero lo acabas sacando. Cuando estás en una posición como Ducati, que tiene la mejor moto en la parrilla, las evoluciones de un año a otros son pequeñas. Hay diferencias visuales y el carenado es un poco diferente, el ‘rear device’ se baja un poco más o menos, pero yo estoy pensando en que tengo las armas, estoy disfrutando mucho y veo que mi moto va muy bien y la tengo que sacar el cien por cien y adaptarla a mí. Al principio, no toqué nada, y en Austin ya dije: “La moto para mi estilo ahora”. Ya la estoy trayendo un poco a mi estilo.
-¿Dónde quiere correr el año que viene?
-(Sonríe). El objetivo para mí este año era reencontrarme, y lo estoy consiguiendo. Una vez me reencuentro, tengo que buscar el mejor equipo y la mejor moto, porque así tienes más posibilidades de luchar por el título, que será el objetivo del año que viene.
-¿Dónde quiere entonces?
-(Vuelve a sonreír). Evidentemente, la mejor moto ya he dicho cuál es (la Ducati ha dicho) y el mejor equipo es un oficial. Este es el objetivo de todo piloto aquí, pero, una vez puestos todos los escenarios encima de la mesa, también tienes que buscar la mejor opción que sientas, tanto anímica como profesionalmente.
-¿Se puede ser campeón de verdad desde un equipo satélite?
-Martín está demostrando que sí.
-Volviendo al hipotético noveno título. Eso le abriría la puerta a un décimo que no consiguió Rossi y con el que le superaría. ¿Es una motivación también superar a Rossi?
-Cero. Cero y te digo la razón.
-Espere. Seguro que Valentino desea desde casa que no lo consiga, como en su día Agostini se alegró de que usted le cortara el camino hacia sus récords...
-Puede ser, pero a mí el brazo derecho me ha hecho aprender y dar importancia a otras cosas. Tengo ahora otra visión que a veces la gente no tiene. Cada deportista tiene sus problemas, sus hándicaps y sus lesiones durante su carrera y es muy difícil comparar. Yo no busco romperme el brazo y operarme cuatro veces, pero es una carrera deportiva totalmente diferente. He estado cuatro años en el dique seco, porque me he operado cuatro veces el brazo y tengo mis movidas ahí, así que queda en segundo plano todo eso.
-Remate hablando del equipo Gresini. ¿Qué le aporta y cómo es?
-El equipo Gresini me ha aportado lo que venía buscando. El hecho de que mi hermano estuviera aquí me ayudó mucho a tomar la decisión, porque conoces más de cerca o dentro el equipo, y quería venir a las carreras como si fuera un hobby, como si fuera a hacer flat track o motocross con José y Álex. Que si un día estás en la Q1 y no pasas a la Q2, pues no pasa nada y mañana será otro día. Y si otro te caes, pues habrá otra carrera en dos semanas. Buscaba eso, porque eso te da la tranquilidad para ser competitivo, para seguir trabajando. El tiempo es el tiempo y no puedes recuperarlo ni comprarlo. Cuando estás en una situación difícil, necesitas tu tiempo. No somos robots y de un día para otro la mente se olvida de todo y ahora sabes ir en moto. Sabes ir en moto, claro, ¿pero cuántos pilotos han sido rápidos en los test y cuántos han sido rápidos los domingos? Tener el punto, la tranquilidad, la confianza de gestionar la carrera como tú quieras y de intentar un adelantamiento, y que te salga, pues todo eso requiere su tiempo y Gresini te da esa tranquilidad y te quita presión, porque no existe, pero es un equipo ambicioso, que es lo importante. En este box se busca lo mejor, pero sin decirlo.
-Gracias y a por todas.
-Muchas gracias.