La resurrección de Márquez

No estaba muerto, que estaba de parranda, y vivo, muy vivo que estaba aún Marc Márquez, tanto como para volver a ganar en MotoGP 1.043 días después de la última vez. Lo hizo en septiembre de 2021, la carrera de Misano 2, y aunque el sábado ya había ganado con autoridad aquí en el esprint, la que cuenta para las estadísticas y para la historia es esta victoria 60 suya en la clase reina, la que ha llegado en el GP de Aragón y la que le sitúa en el total con 86, a sólo cuatro de las 90 de Ángel Nieto, el español con más triunfos en GGPP hasta que lo sea el de Cervera.

Alcañiz quedará por siempre como la resurrección de Márquez, el escenario de su primer triunfo con la Ducati del equipo satélite Gresini Racing, uno de los más humildes de la parrilla, pero la familia perfecta en la que reencontrar sensaciones, recuperar la sonrisa y volver a ser el pilotazo que fue, uno que solía ganar mucho más que perder como era habitual en su última época en Honda.

Todo se le torció al octacampeón con la caída de Jerez 2020, la que le partió el húmero del brazo derecho y la que le hizo pasar cuatro veces por el quirófano en sólo dos años, y luego dos diplopías. Cuando al fin se puso bien físicamente, le tocó sufrir una Honda que no estaba al nivel y su frustración fue tan grande que al acabar la temporada pasada cambió de aires, con contrato en vigor, renunciando a una millonada y separándose de su familia de siempre en la clase reina. Todo por volver a ganar, y al fin lo ha hecho.

La historia de la carrera está en la propia historia de este pequeño genio con pelotas grandes, como bien dijo el sábado el novato Pedro Acosta, porque pasó el rodillo de principio a fin en un circuito que reunía todas las condiciones para que se le diera bien. Hacía dos años que no se corría aquí, estaba reasfaltado, con parches, había llovido, poco agarre y tenía una Ducati 23 que aquí sí estaba a la altura de la 24. Así, primero en todas las tandas del viernes, en las del sábado, en el esprint y en la carrera del domingo. Sólo dejó para los demás un warm up en el que no había nada que ganar por el asfalto empapado y cuando fue en serio cruzó la meta con 4.7 de ventaja sobre Martín y 14.9 sobre Acosta, sus compañeros como el sábado en el podio.

Y antes de hablar del resto de cosas, señalar el remate que tuvo Marc en sus declaraciones en inglés para la señal internacional de la tele: “Esto no ha hecho más que empezar”. Se le ve con ganas, desde luego, y habrá que ver si esas palabras van incluso con miras al título de este año, porque se pone otra vez tercero con su doblete, ahora a 70 puntos de Martín, que se va de aquí más líder.

A ‘Martinator’ le han venido de maravilla los resultados del fin de semana aragonés. Sus dos segundos puestos le sitúan líder con 23 puntos de ventaja sobre Bagnaia, el gran derrotado de esta cita. A su noveno del sábado se sumó una caída peleando por la tercera plaza que le dejó fuera de combate. No fue su culpa sino la de Álex Márquez, que se coló previamente, facilitando el adelantamiento del italiano, al que no debió ver, porque luego le tocó y se subió a su moto en el interior de la curva 12 para irse los dos al suelo. Una faena para ambos, y más dolorosa en clave de título para un Pecco que volvió a tener una salida nefasta. De tercero a séptimo con otra cruzada de su Ducati a la hora de arrancar.

Tras los tres del podio, cerraron las diez primeras plazas Binder, Bastianini, Morbidelli, Di Giannantonio, Bezzecchi, Rins y Miller. Más atrás, Aleix 11º, Augusto Fernández 13º, Mir 15º y Raúl Fernández 16º. Todos ellos podrán decir que estuvieron en la pista el día de la resurreción de Márquez, un deportista que se sienta en la mesa de Alonso, Nada y Gasol. Casi nada.