MOTOGP

La presión puede con Martín

Las caídas de Jerez y Sachsenring, cuando lideraba, suponen un golpe duro al Mundial que el español ha tenido que ceder a Bagnaia antes del parón de verano.

RADEK MICAAFP

La consistencia sigue siendo la mayor apuesta para ganar un Mundial. Y en una temporada tan ajustada como la que se está viviendo en MotoGP, los errores se están pagando muy caros. Demasiado, si le preguntan a Jorge Martín. No se puede decir que la primera parte de la temporada haya sido mala para el español, de hecho, todo lo contrario, porque salvo en cinco ocasiones (contando los sprints de los sábados), el piloto del Pramac Ducati ha estado siempre en el podio. Tan solo falló con un cuarto puesto en Austin y otro cuarto en la sprint de Barcelona, porque las otras tres ocasiones acabaron con caídas que, a las puertas del parón veraniego, han supuesto un revés en la clasificación que deja un sabor muy amargo en el madrileño.

En Alemania, Martín volvió a sufrir las consecuencias de la presión. Esta vez ya nada relacionado con su futuro, si no por un Pecco Bagnaia que venía recortando distancia para luchar por ganar la última carrera de esta mitad de temporada. El madrileño lo sabía y, buscando el límite para mantener su liderazgo a salvo, acabó de la peor manera. Tras una victoria en la sprint del sábado y 27 vueltas liderando la cita, el del Pramac acabó en el suelo. Al igual que en Jerez. El mismo tipo de caída. Y lo peor de todo: el italiano ocuparía lo más alto del cajón y se pondría líder del Mundial para las vacaciones de verano, con diez puntos de ventaja. “Será difícil de aceptar, pero no queda otra”, aseguraba Jorge ese mismo domingo en Sachsenring, consciente de un error muy doloroso del que “hay que levantarse”. Pero, sobre todo, de entender los motivos que le hacen llegar a estas situaciones.

“Es un momento importante en mi carrera para entender por qué me pasa esto, porque ya van dos carreras este año que me caigo cuando estoy liderando y en una situación muy similar y bueno, hay algo ahí que no sé si es a nivel mental o de conducción, pero no me queda otra que levantarme y seguir peleando”, apuntaba el español, que también resaltaba su fallo en el GP de España, cuando también se fue al suelo liderando. En aquella ocasión, el español sí asumió haber cedido a la presión al tratarse de su carrera en casa, sintiéndose un poco en la obligación de dar al público su mejor espectáculo. O la caída del esprint de Mugello, provocada por la presión de lo mucho que se estaba hablando de su futuro desde el jueves del GP de Italia. También lo sufrió en la carrera larga, cuando Bastianini le ganó la posición en la última curva para ser segundo. Fue entonces cuando Martín lanzó su propio órdago: quería cerrar su futuro inmediatamente y, así, no condicionar su temporada.

Dicho y hecho. Exactamente, 24 horas después, Jorge decía adiós a Ducati y Aprilia daba la mayor sorpresa de todas al anunciar el fichaje del español con un contrato multianual. Márquez había ganado la partida para ocupar el box oficial de los italianos y el madrileño se buscó la vida. Ahora ya solo hay que centrarse en lo que sucede en pista y buscar la razón de esas tres caídas que, él mismo, califica como “idénticas”. “Sin estos errores, a los demás les costará mucho ganarme”, y no le falta razón al del Prima Pramac, porque suma cuatro victorias en las esprint y dos los domingos en lo que va de curso. Pero esa renta podría haber sido mayor y frenar la racha de cuatro triunfos consecutivos de Bagnaia: de no caerse en Jerez, Alemania o el esprint de Mugello, Martín habría sumado 67 puntos más que la habrían dejado como líder indiscutible de la categoría reina del Mundial a las puertas de las vacaciones de verano. Una vez más, al igual que pasó en 2023 con la caída del GP de Indonesia, a Jorge Martín le volverá a tocar recomponerse y resurgir para plantar cara al máximo líder de los italianos.

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