KTM reconoce “conversaciones muy interesantes” con Hamilton

El fin de año se está haciendo duro para KTM. Hace apenas unas semanas, la marca austriaca se declaró en quiebra, entrando en concurso de acreedores y, desde entonces, están inmersos en un proceso de reestructuración y grandes cambios para poder volver a salir a flote. Pero las soluciones no son fáciles. Y tampoco lo son las decisiones que han tenido que tomar. La empresa dejará a 750 personas sin trabajo en este final de año y, si el golpe ya es fuerte, peor es que no puedan recibir los salarios de noviembre, incluidas las pagas extra de Navidad. La situación económica es tan crítica que los trabajadores recibirán el dinero pendiente a través del fondo de compensación de insolvencia y así lo confirmó hace unos días la Cámara de Trabajo de Alta Austria: “La empresa insolvente no está aparentemente en condiciones de hacer las transferencias prometidas”. La promesa era abonar a sus trabajadores el 90% de los salarios antes de la Navidad, para evitar casos penales. Pero ha resultado imposible de cumplir.

Lo que toca es analizar a fondo la situación. El director de KTM, Pit Beirer, asegura a Speedweek, que la marca está obligada a ser “creativa y abierta a nuevas conversaciones” si quieren salir de esta profunda crisis económica. Los austriacos insisten en que la situación en MotoGP se va a mantener sin problema alguno, pero la preocupación en sus pilotos en algo que no se puede evitar. Especialmente para Pedro Acosta, quien viajó hasta la fábrica de Mattighofen para ver con sus propios ojos todo lo que estaba pasando en Austria. Y volvió tranquilo, con la certeza de que la fábrica seguirá dentro del Mundial de MotoGP con todas las garantías y con material que les permita ser competitivos. “Seguiremos compitiendo”, aseguran desde la marca, pese a las presiones de los acreedores para abandonar la competición. Pero para el directivo austriaco no es una opción porque, además, la compra de Liberty Media “ha despertado el interés de los inversores” y, eso, ha hecho que los interrogantes aumentaran al conocer la situación de KTM: “Nos preguntaron si podían invertir en un proyecto de MotoGP como este”. Así que, en la fábrica se prestan a escuchar: “No solo estamos abiertos a patrocinadores, sino también a inversores”.

Y están escuchando muchas opciones, Beirer asegura que el gran interés de los inversores les hace “muy felices, nos enorgullece y nos da un gran placer tener otras conversaciones”. Lo que sí adelanta el directivo es que podrán dar “algunas noticias interesantes antes de que comience la temporada” y, mientras tanto, seguirán trabajando para sacar un proyecto adelante por el que se ha interesado nada más y nada menos que Lewis Hamilton, siete veces campeón de la Fórmula 1. De hecho, bien conocida es su pasión por las motos y su gran interés por tener un equipo en el Mundial de las dos ruedas. “No es ningún secreto que Lewis Hamilton está interesado en MotoGP y está pensando en tener su propio equipo. Aquí también hay discusiones concretas”, indicaba Pit, quien además, hablaba de “conversaciones muy interesantes” para sacar adelante la marca y salir de la quiebra. Sin embargo, podría haber un problema de patrocinadores de llegar a un acuerdo para una asociación entre ambas partes.

Hamilton trabaja mano a mano con Monster Energy y, de sobra es conocida, la relación tan estrecha que KTM y Red Bull tienen desde hace muchos años. Por eso, Beirer asegura que “son inseparables” y, también, que hasta el momento no ha sido “un problema en las negociaciones” que se han llevado a cabo. “Un inversor es algo diferente a un patrocinador. También trabajamos con nuestros patrocinadores en una asociación muy sólida. Cuando tienes socios en la mesa que te dan dinero para un proyecto tan bueno, se involucran. Eso también debería ser positivo. Cuando socios fuertes se sientan a la mesa y piensan, juntos surgen buenas soluciones. Así que está claro que esas personas tendrán voz y voto”, comenta sobre la importancia de inversores en un proyecto como el de MotoGP que, además, congelará sus motores en 2026 para trabajar en el gran cambio que se prepara de cara a 2027. Pero lo primero será recuperarse de su mayor crisis económica.