MOTOGP | MALASIA

Iannone: “Mi fuerza es que nunca he perdido mi sonrisa”

“Tengo suerte por esto, porque siempre he tenido la energía de vivir la vida, y esto es muy importante”, dice.

SEPANG
VR46 Racing Team

Cuatro años de sanción por dopaje, efectivos desde el 17 de diciembre de 2019, le cayeron a Andrea Iannone, todo un ganador de carreras en MotoGP y que este fin de semana está de vuelta en la clase reina como sustituto de Fabio Di Giannantonio, que se opera estos días de su maltrecho hombro izquierdo, lesionado por una caída el viernes del GP de Austria. Al italiano le ha dado la oportunidad su amigo Valentino Rossi y se le ve felicísimo con su retorno.

“Estoy lleno de emociones. Creo que es normal. Sinceramente, no esperaba todas estas muestras de amor por parte del paddock, impresiona. Estoy muy contento de estar aquí”, empezó diciendo el italiano sin esperarse la siguiente pregunta, de AS, su objetivo para este GP de Malasia: “Uf… (Risas). Tú vas directo, ¿eh? (Más risas). Todo el mundo preguntando por cómo me siento, y tú directo al objetivo. (Risas). No lo sé, no lo sé. Primero de todo es importante que me divierta. Sinceramente, no sé qué esperar, porque hace mucho tiempo que no piloto una MotoGP. He visto que la moto ha cambiado mucho, pero nunca digas nunca. Creo que en el caso de que tenga suerte, y de que las sensaciones sean buenas desde el principio, podemos pasárnoslo bien durante todo el fin de semana. Pero no me he marcado un objetivo porque estoy aquí para pilotar la moto más potente del mundo. Eso ya de por sí es divertido”. Y este diario le volvió a preguntar si ve que esta llamada puerda ser una oportunidad para regresar en el futuro: “Creo que no, creo que no. Nunca digas que no, pero creo que no”.

Fue divertido cuando contó cómo se enteró de que querían que viniese: “Estaba volando a Jerez, para la última prueba del Mundial de SBK, y cuando aterricé me llegó un mensaje de Vale y me decía: ‘Joder, te he llamado pero tu teléfono está apagado. Cuando veas el mensaje, devuélveme la llamada, por favor. Es importante’. Vale, llámame, es importante… ¿Qué estaba pasando? Le llamé y me dijo: ‘Andrea, creo que estaría muy bien si vinieses para reemplazar a ‘Diggia’ para las dos últimas carreras, y que pilotes una vez más la moto de MotoGP’. Sinceramente, creo que igual él creía que yo iba a dudar un segundo, pero yo inmediatamente le dije: ‘Ok, perfecto’. (Risas). No tenía ninguna duda sobre la respuesta”. Y sobre si le preguntó por el sueldo: “No he hablé de sueldo con Valentino. No es importante eso. La pasión está por encima del dinero”.

Un detalle curioso fue su primera aparición en el box y su primer encuentro con la Ducati GP23 que llevará: “Ayer, según llegué, me explicaron un poco y me dijeron que con un botón se bajaba la moto, con otro se levantaba, otro hacía otra cosa y yo decía que perfecto, pero que dónde se pilota. (Risas). ¿Quié es el que pilota? Pero bien. Estoy encantado de estar aquí y a ver cómo me va con todo esto. Creo que no estoy demasiado viejo y agradezco a todo el equipo de Valentino esta oportunidad que me dan, y a Ducati, porque sin ellos seguramente no habría vuelto nunca a pilotar una MotoGP. Estoy feliz de estar aquí”.

Un periodista inglés le dijo que Crutchlow le pidoó que le preguntara si ha comido en su restaurante favorito de carne malayo. “No, espero que venga Cal para cocinármela. (Risas). Siempre he querido que lo haga”, respondió antes de que hablara sobre lo si ha sufrido mucho durante todo este tiempo: “Sinceramente, más que Cal Crutchlow… Pero la vida es así. Cal puede seguir viéndome, desde el sofá, como yo antes. ¿Si he cambiado? Soy más viejo. Las cosas pueden cambiar muy rápido, es lo que he aprendido en estos años. Cuando no te esperas algo puede cambiarte la vida. Piensas que tu vida es de una determinada manera, intentas organizarlo todo, y de repente todo cambia, se destruye todo. Mi fuerza es que nunca he perdido mi sonrisa. Tengo suerte por esto, porque siempre he tenido la energía de vivir la vida, y esto es muy importante. A mi alrededor tengo mucha gente que me quiere, que me apoya en los momentos malos. Esto es importante, y es importante disfrutar de las cosas al máximo”.

Más sobre la travesía del desierto vivida durante la sanción: “Está todo olvidado. Ya he hecho un año de SBK, en el que me he divertido muchísimo y las motos son preciosas y estupendas. Ni recuerdo lo sucedido. Me acuerdo sólo de esta última mitad de año. Quién sabe hoy lo que pasará mañana, porque todo puede cambiar tanto. Yo programé cinco años de una manera y fueron completamete diferentes a como yo había programado. Es inútil hacer planes. Hoy estamos aquí y ya veremos dónde estaremos mañana. Veremos el domingo qué pasa, y basta”.

Y resumiendo: “Estoy muy feliz de estar aquí, de lo bien que me ha acogido el paddock. Sentir tanto afecto me ha impresionado. Es verdad que MotoGP ha sido toda mi vida, porque entré aquí con 15 años, jovencísimo, y he pasado la mayor parte de mi vida aquí dentro. Estoy feliz de volver”.

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