Honda no cumplió su deseo
Dall’Igna, director general de Ducati, reconoce que rechazó la propuesta de la fábrica japonesa para cambiar de box: “Irme ahora no habría sido lógico”.
Hace varios meses que comenzó la crisis más profunda entre Márquez y Honda. El amor entre el piloto y la fábrica japonesa continuaba estando ahí, pero se les apagó esa llama de pasión que sólo podía encender las victorias. En el seno de la marca del ala dorada era necesario encontrar la manera de volver a ganar y para mantener a su estrella entre sus filas, Marc pidió a HRC la llegada de fichajes que pudieran aportar nuevas ideas. El español sabía que los resultados no serían inmediatos y aunque reflotar el proyecto debía ir acompañado de paciencia, la reacción llegó demasiado tarde desde Tokio. Suplieron a Shinishi Kokubu por Shin Sato en el puesto de director técnico general, un japonés por otro, y eso significa que no cumplieron con las solicitudes del ilerdense, que apuntó desde el principio a la llegada de ingenieros europeos. De ahí que los técnicos tanteados fueran esencialmente de las marcas europeas, Marc quería una revolución.
Arreglar el problema del poco agarre trasero era el mayor reto al que se enfrentaban y pensaron que Gigi Dall’Igna, director general de Ducati, podía ser su solución. Pero a pesar del intento de Honda por acabar con sus crisis de resultados y satisfacer las necesidades de el piloto que en once años les llevó seis títulos de MotoGP a las vitrinas, no se cumplieron sus deseos. El ingeniero italiano, que tomó el mando en la casa de Borgo Panigale en 2014 para hacer del patito feo la moto más codiciada de la parrilla, ha admitido en La Gazzetta dello Sport que hubo contactos con HRC para comenzar una nueva etapa en el Mundial, pero abandonar la fábrica de Borgo Panigale en estos momentos “no habría sido lógico”.
Dall’Igna pensó en el cambio, pero encontró motivos para continuar en la fábrica italiana: “Me siento bien en Ducati. He trabajado tanto para llegar a una situación en la que Ducati sea considerada un modelo, que irme ahora no habría sido lógico”. El ingeniero italiano reconoce que “lo que tenía que hacer aquí ya lo he hecho” y aunque su travesía por Borgo Panigale “podría haber sido un reto ganado y archivado y el de Honda es un reto igual de interesante e importante”, se aferró a eso de que cuando las cosas van bien, no hay por qué cambiar. La balanza se sigue decantando a favor de los de Bolonia, sobre todo ahora que cuentan con los dos aspirantes al título de MotoGP (Pecco y Martín) y a partir de 2024, trabajarán con el máximo dominador de la categoría reina en la última década.
Márquez se vestirá con los colores del Gresini Racing y se pondrá al manillar de una Ducati satélite “gracias a Gresini”. Dall’Igna vuelve a desmarcarse del fichaje de Marc y reitera que ha sido la estructura de Nadia Padovani quien ese ha encargado de cerrar un movimiento sobre el que el ingeniero italiano insiste: “He hablado con Marc de muchas cosas, pero no es cosa mía”. Pero no oculta su alegría: “Estoy contento de ver a pilotos que van bien con mis motos”. La fábrica de Borgo Panigale se lleva a un ocho veces campeón que plantará cara a los potenciales campeones del fabricante, pero eso no quita el sueño en la sede de Bolonia. Simplemente deberán “ser buenos en la gestión de pilotos fuertes, con carácter duro”, pero Dall’Igna está convencido de que “es un trabajo que sabemos hacer”. De momento, les está saliendo bien.
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