Ducati se quita méritos

Ducati tuvo en sus manos una decisión esencial. Marc Márquez o Jorge Martín. Hace un año eligieron por su nuevo piloto oficial. Y no se han arrepentido. Gigi Dall’Igna, director de Ducati Corse, siempre lo reconoce. Optar por el de Cervera fue su clave del éxito porque, en lo que va de año, ha conseguido 25 victorias de 34 posibles y, a cinco citas del final de año, ya son campeones de todo. Constructores, equipo y piloto, precisamente, con el noveno de Marc Márquez. El más histórico de todos por la historia de superación que esconde detrás de su primer año como piloto oficial de la marca italiana. “Son días particulares que recordaremos durante mucho tiempo, tengo una gran emoción dentro de mí”, asumía el directivo tras la cita de Motegi, atendiendo a Sky Sport.

Pero aunque se habla de Ducati como la gran clave de este regreso del campeón a lo más alto, el italiano asume que el mérito no es de la marca. O, al menos, no todo, porque la primera piedra en el camino la puso el Gresini Racing, equipo privado de los de Bolonia. Fueron ellos, y en especial la insistencia de su jefa, Nadia Padovani, los grandes artífices de que el español recayera en manos de la fábrica que le ha devuelto la gloria. “No fuimos nosotros quienes elegimos a Marc Márquez, sino el equipo Gresini a finales de 2023”, asume Dall’Igna, resaltando el “gran rabajo juntos” que hicieron durante el curso pasado, el único que pasó en el equipo satélite.

Pero ese año fue suficiente para entender que tenían que ficharlo para acompañar a su bicampeón, Pecco Bagnaia. “Es en esa temporada, en 2024, cuando maduró la decisión de llevar a Marc al equipo oficial Ducati”, confiesa el italiano. Y, entonces, crearon en verdadero Dream Team. “Creo que hemos hecho la elección más correcta, dándole todo lo posible para que se expresara al máximo”, explica Gigi, sobre una GP25 que resultó ser un éxito para Márquez, pero no tanto para Bagnaia. De hecho, el italiano compitió y ganó en Motegi con una versión casi exacta de la GP24, aquella que le hizo subcampeón del mundo. Y con la que ha recuperado las buenas sensaciones.

Pero Dall’Igna tiene claro cuál es la moto más importante de la marca, aquella que marcó un antes y un después en su paso por MotoGP. Y en la que, obviamente, fue partícipe: “El ladrillo más importante de mi historia con Ducati, que comenzó hace once años, es y sigue siendo la GP15”. “En mi opinión, es aquella moto de 2015 la que permitió dar el salto de calidad más significativo. El salto de calidad y el ladrillo sobre el que hemos construido todo lo demás”, zanja el ingeniero estrella de MotoGP.

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