Ducati no esconde su preocupación en MotoGP

Fue bonito mientras duró, pero el paso del tiempo ha acercado a Ducati al resto de los mortales. La moto perfecta y dominante, sigue conservando mucho de esa segunda cualidad; pero con matices. Álex Márquez ha sido un actor destacado junto a la Desmosedici en este inicio de curso, pero solamente Marc Márquez está siendo capaz de marcar diferencias claras con esa montura frente al resto de rivales. En todos los años de dominio por parte de los de Borgo Panigale en MotoGP, la realidad es que únicamente el octocampeón ha sido capaz de darle a la moto italiana cinco victorias consecutivas. Pero a pesar de sus récords, el español no ha podido evitar el fin de varias rachas históricas a favor de los de Bolonia. Porque las cosas están cambiando en la categoría reina y Gigi Dall’Igna, director de la fábrica italiana, asume con inquietud esa nueva realidad.

“Nuestros rivales han levantado la cabeza, así que creo que es hora de volver al trabajo en lugar de pensar en las vacaciones”, reconocía con cierta preocupación el ingeniero italiano en Sky. Desde hace algún tiempo en Ducati ya se pusieron en alerta, después de dejar escapar dos victorias consecutivas por primera vez desde 2022 o no alinear a tres Desmosedici en el podio como acostumbraban en los últimos años. Pero lo que no esperaban es que de los seis prototipos que tienen en la parrilla de MotoGP, tan solo dos acabasen dentro del Top-10 y solo una de ellas en el podio. Porque las victorias de Márquez saben bien, muy bien, pero para Dall’Igna que su moto solo funcione para un piloto no es una buena noticia. Y esa fue la realida que vivieron en Brno.

Marc fue el primero en ver la bandera a cuadros y defendió el poderío de Ducati, para conservar la hegemonía del mejor piloto con la mejor moto. Pero, ¿realmente la Desmosedici mantiene esa condición? Tras el octocampeón, la mejor moto italiana fue la de Pecco Bagnaia en la cuarta posición. El bicampeón de MotoGP aseguró que en la República Checa “Márquez logró marcar la diferencia con nuestra moto, pero solo fue él”, y la tabla le daba la razón. Pues ante la ausencia de Franco Morbidelli (que arrastraba una fuerte contusión de Sachsenring), la siguiente montura de Borgo Panigale había que buscarla en la undécima plaza con Fermín Aldeguer, mientras que Fabio Di Giannatonio fue 16º y Álex Márquez se quedó fuera por una caída.

Ducati estuvo acompañada en el podio por la Aprilia de Marco Bezzecchi y la KTM de Pedro Acosta, que repetía cajón tras su visita al esprint; donde también irrumpió la RC16 de Enea Bastianini. Fue convincente el fin de semana para los austriacos, que incluso pudieron plantar cara a la Desmosedici. Aunque según Pol Espargaró, el agarre del asfalto fue su gran aliado: “Ellos (Ducati) son capaces de generar agarre de forma natural y también el giro. Pero cuando hay mucho agarre en pista ellos pierden ese plus y las cosas se igualan. Los que no tenemos tanto agarre, lo generamos un poquito y somos capaces de competir más de tú a tú”. Según el español, el rendimiento es circunstancial. Pero en Bolonia no ha gustado un acercamiento al que Dall’Igna quiere poner remedio.

Ducati fue “muy conservadora”

“Sin duda ha sido una primera mitad de temporada muy positiva, pero la ventaja que teníamos ha disminuido gradualmente, así que creo que es hora de volver a estudiar“, advirtió el italiano, que pasará el parón de verano en busca de mejoras. El salto de este año por parte de Ducati ha sido mínimo, pues compiten con algunos cambios en la base de 2024 y Gigi admite que fueron “muy conservadores con los desarrollos al inicio de la temporada”. El director de Borgo Panigale admite que contaban con “una estabilización del rendimiento hacia mitad del año”, pero no con un acercamiento por parte de las fábricas europeas que quieren remediar. En Bolonia saben que están en desventaja porque “los demás fabricantes tienen más concesiones”, pero ”ha llegado el momento de encontrar soluciones mejores que las que tenemos". Una vez más, van a por todas.