MOTOGP

Bagnaia, dispuesto a desobedecer

El italiano rechaza el sistema de radio que MotoGP pretende implantar a partir de 2025: “Me llevaré multas como Jordan, pero no usaré nada de eso”.

DANILO DI GIOVANNIEFE

A pesar de que en Ducati no pudieron poner sobre el asfalto un primer prototipo de la Desmosedici que preparan para 2025, cuando reunirán en su box a Bagnaia y Marc Márquez, el test de Misano sí fue una prueba enfocada para el próximo curso. Los pilotos de MotoGP calzaron las nuevas gomas en las que trabaja Michelin para la parte delantera y además, también probaron ese nuevo sistema de radio que parece tener ya una fecha de estreno prevista en el Mundial. A pesar de que no es la primera vez que se examina este sistema, pues precisamente en San Marino 2020 también se introdujo durante la jornada posterior al gran premio, ahora sí, el campeonato prevé ponerlo en marcha a partir del próximo curso. Sin embargo, la idea no ha terminado de calar en varios de los referentes de la categoría reina.

Con este sistema de radio, MotoGP pretende establecer comunicaciones entre el equipo y su piloto... para empezar. Porque pensando en el futuro, el objetivo también es que la parrilla pueda recibir reportes desde Dirección de Carrera para mejorar la seguridad. Pero ni siquiera esa idea ha convencido al vigente campeón. Después de rodar con el sistema, Bagnaia fue muy crítico con el uso de la radio durante las sesiones: “Creo que me llevaré multas en cada carrera como Jordan, que era multado en cada partido por llevar zapatillas rojas (cuando el reglamento en la NBA decía que tenían que ser blancas), porque no voy a utilizar nada de eso”. Y a continuación, explicó el por qué: “He probado el sistema y presiona en una zona del hueso. Empieza a doler sólo con presionar los dedos durante 30 segundos, y no digamos ya pilotando durante los 40 minutos de la carrera”.

Además de llevar tapones en los oídos para amortiguar el ruido del motor, la introducción de este sistema de radio también obliga a los pilotos a portar, detro del casco, unos minialtavoces. Estos van enganchados a los huesos de la oreja, donde Pecco acusa el dolor, y son los encargados de hacer llegar los mensajes del equipo a sus pilotos. Y viceversa. Pero el vigente campeón insiste: “No hay necesidad de más comunicaciones”. “Tenemos todos los sistemas posibles para estar avisados de cualquier cosa como el ‘dashboard’ o la pizarra, así que no hacen falta otras comunicaciones, entre otras cosas porque nos pueden distraer. Y pilotamos motos que no nos permiten distracciones”, argumentaba el italiano.

Márquez y Quartararo también se mojan

El nuevo sistema de radio fue uno de los puntos calientes de esa jornada de pruebas en Misano. Más allá de la opinión del vigente campeón, Márquez también quiso dar su punto de vista sobre una novedad, que tampoco termina de convencer al octocampeón. “Un piloto debe decidir en función de sus sensaciones”, explicaba Marc, sobre cómo entiende lo que debe ocurrir sobre el asfalto. Y aunque reconoce que “puede ser bueno para el espectáculo y para la gente en casa puede ser más interesante, para la esencia del deporte no lo es”. Ni tampoco, para la concentración del piloto. O al menos, así lo entiende Quartararo: “En las curvas rápidas es mejor no intentar hablar con alguien y es extraño oír la voz de alguien mientras corres. En la recta no oyes nada por el ruido, solo empiezas a escuchar cuando te acercas a la frenada. Pero en ese momento tienes que estar muy concentrado”.

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