Alonso: “Vamos creando nuestro departamento de celebraciones”
“Formado por Vicente Vila y los fotógrafos Manu Tormo y Paco Díaz, y alguna aportación mía. Están saliendo cosas divertidas”, dice.
Entrevista postcarrera con David Alonso mucho más larga de lo normal, sin prisa y saboreando el momento en Tailandia, donde acababa de conseguir su duodécima victoria de la temporada. Eso es más que nadie en un mismo año en la clase pequeña, superando incluso el récord de Valentino Rossi de 1997, con 11, que ya igualó en Australia. De ahí que su nueva celebración fuera un Libro Guinness de los Records en el que deberían introducirle de verdad.
-No se cansa de ganar...
-Como dice Vicente (Vila, su jefe de prensa), que nadie nos despierte de este sueño, porque queremos seguir soñando.
-Ha entrado en el Libro de los Records. ¿Cómo surgió esta buena idea?
-¿Qué os ha parecido el libro? A mí me ha parecido una pasada.
-Igualar a Rossi ya era la bomba. ¿Qué supone superarle?
-En la última vuelta, estaba en la curva 2 muy nervioso y me he dicho que así no funciona, que tenía que concentrarme en pilotar y en nada más, y si tiene que venir el récord, vendrá, pero que me tenía que ponerme a defender en los sitios que había que hacerlo. Este año no me lo imaginaba.
-¿Es supersticioso?
-¿Es supersticioso? Lo era y estoy dejando de serlo. Me voy quitando más cosas porque noto que eso es un síntoma de debilidad y de no confiar, por lo que trato de serlo menos.
-Quedan dos carerras antes de irse a Moto2... ¿La siguiente victoria sería la 12+1 o la 13? Yo digo 12+1 en homenaje al Maestro Nieto.
-El 12+1 es un número muy bonito, que nos trae muy buenos recuerdos, y en estas dos carreras saldré a dar mi máximo, que es como más me divierto. Si tiene que venir, vendrá. No es el objetivo real. Mi objetivo en estas últimas cuatro carreras es subir mi nivel de concentración un punto más para prepararme para Moto2. Es lo que estamos tratando de hacer estas últimas carreras y ajustarse a la perfección en ese sentido. Esa victoria es una buena motivación, pero no el objetivo real, que es más profundo.
-¿Hay celebración preparada por si llega ese número?
-Sí. Un poco sin quererlo, y empezando como un juego, estamos poco a poco creando nuestro departamento de celebraciones, formado por Vicente Vila como cabeza de serie y los fotógrafos Manu Tormo y Paco Díaz, y alguna aportación mía. Están saliendo cosas divertidas.
-Una pregunta un poco más chunga. Ortolá ha dicho que está como loco por subir a Moto2 para fajarse contigo sin las desventajas que tiene ahora, principalmente de aerodinámica, por ser más grande. ¿Qué opina de eso?
-Pues mira, precisamente hablando de aerodinámica, si nos ponemos técnicos a mí no me benefecia. Está comprobado en el túnel del viento que, cuando eres más pequeño, eres menos aerodinámico porque no ocupas todo el espacio de la moto. Si eres más alto y consigues meterte en la moto como consiguen ellos, aerordinámicamente eres mejor. Cada uno tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Por un lado te beneficia y por otro, no. Cuando llegue a Moto2 me costará un poco más mover la moto, pero cada uno tiene que sacar lo máximo con lo que tiene.
-¿Cuánto mide?
-64 y medio, y el ‘y medio’ es muy importante. (Risas).
-Se ha puesto serio, ¿en modo campeón?
-Hombre, tocaba. Volviendo a lo de altura, yo espero, deseo y tengo fe que creceré tres centímetros más de aquí a los 21 años. Yo para Navidad voy a pedir el crecer tres centímetros más, para Moto2.
-¿Qué le dice que sólo haya ocho pilotos en activo con más victorias que sus 16?
-Son grandes números que te pueden desviar un poco o hacerte ver que eres el Superman que no eres. Es fácil despegar los pies del suelo. Yo intento siempre mantenenerlos, pero no es fácil porque a veces la situación te incita. Tengo que ser sincero y decir que a mí solo me costaría, pero gracias al equipo, a la familia y a todo lo que tengo a mi alrededor, me ayuda. Esto no es un trabajo de uno solo.
-¿Qué pasa cuando lo llega la tentación de volar?
-Yo tengo la suerte de que siempre me lo tratan de decir y de recordarme las cosas, porque hay veces que sin querer estás cambiando sin darte cuenta y, cuando te quieres dar cuenta, ya es tarde. Eso se lo tengo que agradecer a la gente que tengo a mi alrededor. La humildad siempre tiene que estar ahí.
-Creo que tuvo una buena conversación con Aspar el lunes, ¿no?
-Sí, conversación con un jefe sabio que es una leyenda de este deporte y que sabe cómo va la vida. Me vino bien.