Álex Márquez cambia de estrategia

Que Pecco Bagnaia tenga a Álex Márquez en su punto de mira de cara a esta última parte del año no es casualidad. Pues el piloto de Gresini ha sido el único hasta la fecha que ha sido capaz de plantarle cara a un Marc que ahora parece inalcanzable. Los hermanos de Cervera sumaron dobletes de una manera tan sencilla como insólita en MotoGP e incluso el pequeño de la dinastía llegó a liderar la general de la categoría reina por partida doble; primero tras el GP de las Américas y más tarde tras el GP de España, en ambos casos, con un punto de ventaja sobre el piloto de Ducati oficial.

Desde el primer momento los Márquez dieron a entender que este campeonato iba a ser cosa de dos... hasta que Marc quiso empezar a establecer diferencias. El octocampeón comenzó a enlazar victorias de manera consecutiva (5) y aunque Álex trató de resistir, el infortunio se cruzó en su camino. Una lesión tras caer en Assen le obligó a salvar los muebles en Sachsenring, sin embargo, el doble cero del piloto de Gresini en Brno le condenó en la lucha por el título y además, acercó a Bagnaia hasta su posición. El ilerdense se marchó de vacaciones con 120 puntos de desventaja sobre el líder de la general y 48 de margen frente al tercero en discordia. Esa cantidad se estableció en 74 unidades antes de la lesión, pero el bicampeón de Moto3 y Moto2 sabe que en el motociclismo solo vale el presente y a partir de ahora adoptará una nueva estrategia.

Álex sabe que su desventaja se ha desvanecido por errores propios, pero ha aprendido la lección: “Lo importante para mí es no repetir esto en el futuro, porque son errores que cuestan mucho, que es algo que no mola con la temporada que estamos haciendo. Ha sido un fin de semana donde estaba un poco más nervioso de lo normal, no he pilotado con ese ‘flow’ que nos caracteriza. Pero hay que aprender de esto, estar un poco más tranquilos y cuando se sale atrás tener un poco más de paciencia. Estamos haciendo una muy buena temporada y no es hora de tirar todo a la basura. Llevamos 12 grandes premios, quedan diez y vamos segundos en el campeonato". Una posición que quiere sentenciar a su favor.

El piloto de Gresini es consciente de que “es prácticamente imposible ser campeón si no pasa nada raro”. Por eso a partir de ahora, Álex se centrará en “seguir nuestra línea y sobre todo, fines de semana que no se encaran tan bien como otros, tener un poco más de paciencia”. Deberá poner en práctica esa mentalidad nada más regresar de vacaciones, pues el pequeño de los Márquez tendrá que cumplir para empezar una long lap en el Red Bull Ring que arrastra tras su caída con Mir en la República Checa. Y a partir de ahí, solo pensará en cumplir con su objetivo: “Ser segundo en el campeonato, que es algo muy, muy bueno. Es mágico”.

“Se veía la superioridad de Marc”

Desde el equipo de Nadia Padovani admiten que para ellos “hacer segundo en el Mundial sería impresionante”. En Gresini todos reman a favor de un mismo objetivo y el hecho de estar tan cerca del octocampeón a principios de año simplemente fue “una sorpresa”. Porque los datos no engañan: “Se veía la superioridad que tenía Marc en todo momento y al final han ido afinando, van introduciendo cositasque se van notando y cada vez son un poquito mejores. Ya sabíamos que con lo que había, nosotros tenemos que hacer el máximo cada fin de semana e intentar minimizar daños". Lo consiguieron hasta que fue imposible. Pero, sobre todo, descubrieron la mejor versión de un Álex Márquez que ha hecho méritos para tener algo más.