Miller gana la carrera más rara del año en el cuarto de Márquez

Vaya carrera rara, y por momentos sosa, la del GP de Japón de MotoGP. Venció Miller, con el que casi nadie contaba desde la séptima posición de la parrilla, y a partir de ahí fue el mundo al revés, porque Márquez,que arrancaba desde la pole, estuvo más conservador en las primeras vueltas que de costumbre, aunque puede dar más que por bueno su cuarto puesto, y los tres que pelean por el título fracasaron estrepitosamente...

De entrada, a Aleix se le acabaron las opciones de hacer algo importante cuando en la vuelta de calentamiento hubo de enfilar el camino a boxes para cambiar de moto, por problemas con la inicialmente prevista, y salir desde el pit lane. Un fallo de electrónica, reveló después, un error humano por dejarle conectado el modo ECO-Lap y no pasar luego la moto de 80 por hora. El de Aprilia remontó luego nueve posiciones, pero sólo le dio para ser decimosexto y quedarse a las puertas del podio. Él era el que mejor salía de los del título, en la sexta plaza, y justo detrás de él, noveno, lo hacía un desconocido Quartararo que esta vez sólo ganó una posición en carrera. El campeón firmó un triste octavo que fue luego más alegre al recibir como regalo inesperado el cero de Bagania. El de Ducati compareció duodécimo a la parrilla y se cayó en la última vuelta, a rueda de Quartararo, cuando marchaba noveno. Semejante descalabro lo vio en primera persona Bastianini, el cuarto en discordia a 49 puntos de la cabeza ahora.

La Bestia estuvo rodando buena parte de la prueba detrás de Pecco y resultaba raro que no le metiera rueda en ningún momento, porque se le veía con posibilidades para ello. Al final lo hizo en la novena vuelta y en el box oficial Ducati no gustó la maniobra, a tenor del gesto de desaprobación de Tardozzi, el team manager del equipo rojo. El ganador de Aragón el domingo pasado pareció por momentos que tiraba hacia delante en busca de otra de sus escapadas, pero esta vez no resultó y acabó cediendo de nuevo la posición fácilmente a la mejor baza de Ducati en el campeonato, en la vuelta 21.

Ni ellos dos ni Quartararo fueron capaces de inquietar seriamente la séptima plaza de Maverick, que al menos le dio así algún que otro punto a su compañero Aleix. El que sí superó al de Aprilia fue un Marini que se quedó muy cerca de la quinta plaza que ocupó Oliveira. El portugués, en cambio, al final entró a cuatro décimas de un Márquez que le hizo un buen interior a poco del final, para acabar celebrando luego en el box del Repsol Honda con una amplia sonrisa una cuarta plaza que le permite igualar su mejor resultado del curso, porque también fue cuarto en Jerez.

El ocho veces campeón no tuvo esta vez opciones de pelear por el podio, porque entró a 3.6 de un Martín que firmó en Motegi su tercer podio del año (había sido segundo en Argentina y Cataluña). El madrileño llegó a liderar la carrera, pero cuando Miller le superó en la tercera vuelta no pudo seguir en ningún momento su rueda y al final cedió también con Binder, que firmó el segundo puesto a 3.4 de la cabeza.

Así fue una carrera que será más recordada por los errores o desgracias que por su emoción, y para añadir uno más, el desastre de Suzuki, que vio como se incediaba la moto de su probador, Tsuda, y como después también se retiraba Rins al dar un llantazo a la rueda delantera con un piano. Normal que en el equipo azul quieran que Mir vuelva lo antes posible, pero el campeón de hace dos años tiene el astrágalo derecho aun sin recuperar y todo apunta a que será también baja el domingo que viene en Tailandia. A ver si allí vemos una carrera más acorde a las expectativas que despierta tanta igualdad en la general, con Quartararo al frente ahora con 18 puntos de ventaja sobre Bagnaia y 25 sobre Aleix. Y con Bastianini, cuarto a 59, auque hay que empezar a no contar en clave de título.