Sainz reina en el desierto

La etapa 48 horas ya ha causado estragos y eso que simplemente acaba de comenzar. Con 549 kilómetros de dunas por delante, era un día para ganar ventaja o perderla toda. Y en el segundo caso, con la cruz, se encontró un Al Rajhi que tras un accidente en el kilómetro 51 cambia por completo el devenir de una carrera que tiene nuevo líder provisional. Y ese no es otro que Carlos Sainz. Saltó la sorpresa cuando la organización informó de que el piloto saudí se encontraba parado al comienzo de la especial y poco después trascendió el motivo: el Hilux volcó y se quedó atrapado en las dunas, aunque afortunadamente su tripulación pudo salir ilesa del accidente.

En un primer momento la intención fue volver a poner el coche en marcha, pero desde la organización informaron de que “el coche está roto” y después el saudí explicó el percance: “Todo iba bien en un chott totalmente llano, íbamos a toda velocidad y choqué con algo, dimos varias vueltas de campana y el coche quedó dañado”. Ante la imposibilidad de continuar llegó el aviso para que acudiesen a rescatarles en una sexta etapa que empieza con emociones fuertes. Porque esa llamada no significa otra cosa que el líder de la general se queda fuera de carrera (si la asistencia del equipo consigue rescatar el coche del lugar del accidente podría reengancharse después de la jornada de descanso) y por lo tanto pierde todas sus opciones de conquistar un Touareg para el que Carlos Sainz es el mejor posicionado en estos momentos.

Parece que la estrategia del madrileño y los cálculos de Lucas Cruz han servido, e incluso ya lo hicieron antes del abandono de Al Rajhi. Esperaban, como mínimo, recuperar 10 minutos a lo largo del recorrido y en la última referencia que marcaron con Al Attiyah en la zona de descanso D, el qatarí tenía casi 25 minutos de desventaja con el piloto de Audi. El piloto de BRX comenzó sufriendo más de la cuenta abriendo pista y decidió tirar de estrategia cediendo algo más de tiempo, con la intención de recuperarlo a la estela de un Chicherit que le superó en los primeros kilómetros.

Sainz y Al Attiyah, caminos separados

Por detrás se rodaba mucho mejor y de momento parece acertada la estrategia de aquellos que decidieron pisar el freno en la etapa 5. Porque Loeb también apareció arriba completando un top-3 que provisionalmente era para Audi... hasta que un pinchazo arruinó la carrera de Peterhansel. Los tres RS Q e-tron, con Sainz al frente, comandaban la tabla pero el francés se detuvo en el km 256 y falló el gato hidráulico. Algo tan común, se convirtió en la maniobra más compleja del mundo ya que, ante la ausencia de un gato manual, la tripulación del #202 sigue dándole vueltas a cómo cambiar la rueda.

“No sé cómo vamos a salir de esta” aseguró el ganador de la segunda etapa, que sin dirección asistida reanudó la marcha después de dos horas en medio de un desierto vacío donde el ritmo de Sainz fue inalcanzable, a pesar de que no se encontrará con Al Attiyah en la zona de descanso. El qatarí, junto a Ekstrom y Chicherit pasarán la noche en la parada E donde están los pilotos ‘top’ de motos. Sin embargo, el mejor en esta primera parte de la sexta etapa, se ha quedado por los pelos en el campamento anterior (D) ya que el repostaje exigía 40 minutos de neutralización y por lo tanto, pasará una noche con lo puesto y sin vigilar a sus máximos rivales antes de salir rematar la faena. Aunque ahora, más que fijarse en Nasser, debería hacerlo en un compañero de equipo sueco que se sitúa como segundo de la general.

Resultados etapa 6A

Clasificación provisional tras la etapa 6A

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