Un gerente envuelto en el dinero y la competición
Al Rajhi se convierte en el primer piloto de la historia que conquista el Dakar en su país. La experiencia y Sainz, claves en su éxito: “Carlos me ayudó a ganar”.
Muchos le conocerán por su faceta como piloto, pero alrededor del mundo la fama de Yazeed Al Rajhi llega desde el mundo empresarial. Para llegar a alcanzar la magnitud, basta con echar un vistazo a la lista Forbes y comprobar que la historia del saudí, es una historia de millones que acabó con un gerente vestido de piloto. Todo comenzó en 2007, con una primera toma de contacto con el mundo del motor en Medio Oeste que unos cuantos años después, le llevó al mundo del rally raid. Y en 2015 llegó su gran oportunidad junto a Toyota y frente a un Dakar que cambió por completo su perspectiva.
El piloto saudí entendió que el dinero no hace ganar carreras; y aunque como gerente de empresas que emplean a más de 25.000 trabajadores, siempre ha estado pendiente de una toma de decisiones que realiza en paralelo incluso durante el mítio raid, Al Rajhi buscó en la experiencia y en Carlos Sainz a dos grandes aliados para llegar hasta lo más alto de esta edición. “Carlos me ayudó a ganar”, aseguraba el piloto que siempre soñó con ser como el español. Y ahora por fin se puede sentar en su mesa como vencedor del Dakar.
Yazeed siempre tuvo la velocidad, pero nunca encontró la regularidad de un Sainz que, junto a su equipo, han sido fundamentales en todo este proceso que ha convertido al saudí en ganador. Antes “salía al ataque a todas partes”, asumía, sobre cómo fue la primera versión de un piloto al que entender el poder de una estrategia, le ha llevado hasta el éxito. Y de una manera histórica. Yazeed es el primer vencedor en un equipo privado en los últimos 25 años, el primer piloto saudí en ganar el Dakar después de 47 ediciones y el único que ha dejado el Touareg en el mismo país que se disputaba. Tres marcas que celebra a nivel personal, pero que además son buenas para la carrera y el deporte saudí. “El 80% de la población saudí no entienden lo que significa Dakar ni la velocidad, pero siempre supe que podía hacerlo”.