Prado es el rey
El español se corona campeón del mundo de la clase reina de motocross a lo grande, con victoria en la primera manga tras el abandono de Febvre.
Como Álex Crivillé en 500cc en 1999 o Fernando Alonso en la Fórmula 1 en 2005, el deporte de motor acoge a un nuevo campeón del mundo español, a otro pionero. Porque es lo que es Jorge Prado a partir de este domingo 17 de septiembre de 2023 como flamante campeón de MXGP, el rey del motocross mundial. A sus 22 años, el niño prodigio, ese que no ha parado de deslumbrar por todas las categorías por las que ha pasado, ese que estaba destinado a conquistar la cima de su disciplina, ya es el mejor.
El lucense llegaba al MXGP de Italia con su segunda oportunidad de título después de sufrir su peor día del año en Turquía y se resarció a lo grande. Se coronó a la primera, en la manga que abrió la jornada del domingo en Maggiora y cuando, en teoría, más difícil lo tenía. Para que así fuera, necesitaba engrosar su ventaja sobre Romain Febvre por encima de los 85 puntos y se dio la combinación en una carrera escrita con un guion perfecto para Prado, con la victoria en su poder y su único rival abatido al retirarse tras un par de caídas.
Ambos salieron hombro con hombro cuando se bajaron las vallas, marcándose de cerca el uno al otro tal y como llevan haciendo tantas carreras, y Prado tomó la delantera desde la primera curva en otro de sus inicios fulgurantes. Sabía que tenía que ser el día y lo clavó. Desde ahí, el español cogía las riendas, subía y bajaba por la montaña rusa que es Maggiora con un ritmo demoledor con su GasGas mientras que Febvre se vio detrás de Seewer. Jorge y sus posibilidades de alargar la batalla por el título se le escapan y al francés le entraron las prisas.
Con uno de los hombre fuertes, Gajser, retrasado en el pelotón por una caída en la salida, estar detrás de Seewer no entraba en los planes de Febvre y, por querer adelantarle lo más pronto posible sin la velocidad adecuada, cometía pequeños errores que se transformaron en una primera caída que le dejó quinto y luego, en una segunda que fue definitiva para su Kawasaki. Con él fuera, Prado tenía el título en bandeja. Le valía con ser sexto, pero para qué hacer cuentas pudiendo ganar. Seewer no pudo ni intentar atacarle.
El de Lugo cruzaba la meta con un segundo de ventaja para ganar su 14ª manga del año (de 36) y entró en trance. Así debió de sentirse cuando una marabunta de gente se le echó encima, entre ellos los suyos, que le colgaban la bandera de España como las capas que llevan los héroes. Era campeón del mundo por tercera vez, pero esta vez de la categoría absoluta cuatro años después de dar el salto. 2018 y 2019 en MX2. 2023 en MXGP. La placa roja que cogió en la primera carrera y nunca soltó, ya se ha convertido en el trofeo más preciado de su vida.
“Es mi sueño desde que era un niño. Quería darlo todo, no sabía que tenía ya el título... Ha sido un largo camino, no esperaba estar en esta posición al principio de año. Gracias a todos los que han estado siempre ahí. Hacer también historia para España... es increíble”, acertaba a decir Prado entre lágrimas. Después le quedaría otra carrera, su primera con una corona por casco, en la que fue sexto tras una caída (y Rubén Fernández se aseguró el podio por detrás de él y Seewer, el ganador en Italia) pero eso ya daba igual. El día que un ilustre gallego subió al cielo, otro lo tocó. Enhorabuena. España celebra a otro campeón del mundo. A otro pionero.