“Participé en carreras de Motocross y nunca se lo dije a mis equipos”

Raikkonen era un piloto con un enorme talento natural, que incluso le llevó a conquistar el Campeonato del Mundo de F1 en 2007. Pero esos niveles de habilidad los combinaba con un toque de excentricidad. No solo en la pista, también fuera de ella. El finlandés protagonizó algunas polémicas (también divertidas anécdotas) que sorprendieron al gran público. En 2011 decidió entrar al mundo del Motocross, una de sus pasiones, creando el ICE 1 Racing.

La buena marcha del equipo, con resultados interesantes desde su creación, le ha convertido en uno de los referentes. Kawasaki le dio la oportunidad de convertirse en su equipo de fábrica hace dos años. La unión ha resultado satisfactoria, con numerosos podios e incluso una racha de cinco victorias consecutivas de Romain Febvre. Una nueva vida en Motocross, que no le resultaba tan ajena cuando competía en Fórmula 1.

Y es que el finlandés, ex de Ferrari o McLaren entre otros, reconoce en una entrevista en la web del Kawasaki Racing Team que, durante su trayectoria en el Gran Circo, participó en algunas pruebas de Motocross: “A veces participaba en pequeñas carreras de club, pero era sólo por diversión. Tengo una pequeña pista en casa. No corría a un alto nivel y lo consideraba parte de mi programa de preparación física. No sé lo que pensó ninguno de mis equipos, porque nunca se lo mencioné”.

Una pasión que le viene desde niño

La pasión por el Motocross le llegó antes que su interés por los monoplazas. “Empecé de la misma manera que muchos niños, con una mini moto Italjet. Era una 50cc automática que me enseñó el equilibrio, la actitud de la máquina y el control del acelerador. Ahí surgió mi amor por el off-road y el MX. Siempre me ha gustado el reto por lo físico que es. Después de pilotar sientes que te has desafiado”, afirma. Aunque durante su infancia competía principalmente sobre cuatro ruedas: “No competí tanto sobre dos ruedas, pero más tarde hice algunas carreras de club con una KX250″.

En los inicios, la creación del equipo no surgió con la intención de ganar. “Al principio, se creó con gente completamente diferente (a la de hoy)”, explica. Pero pronto se dio cuenta de que debía dar una vuelta de tuerca al proyecto: “Estaba demasiado desordenado. Hablé con Antti (Pyrhonen, el team manager) en 2010. Medio año después, cuando me enteré de que iba a parar de competir, volví a llamarle para que dirigiera el equipo. Ahora la dirección es muy buena. Siempre quisimos volver a Kawasaki. Están empujando mucho y es fantástico formar parte del grupo, ayudándoles a desarrollar la moto”.

En los últimos meses, la marca está consiguiendo éxitos, aunque Kimi se mantiene prudente: “Es bonito ganar, llevamos muchos años trabajando para ello. A veces los resultados llegan, a veces no”. Desde la experiencia, sabe que los resultados dependen de numerosos factores. “Las lesiones forman parte del negocio; siempre queremos la victoria, pero solo hay una pequeña diferencia entre ser quinto y ganar. Lo aceptamos cuando llega, pero sabemos lo fácil que es que sea al revés. Romain (Febvre) ahora está ganando, y Mitch (Evans) se está haciendo más fuerte, así que esperamos poder tener dos motos delante dentro de poco”, afirma.