INDYCAR | 500 MILLAS

Palou va al Fast Friday tercero

El español se coloca entre los más rápidos del día. Domina el McLaren de O’Ward seguido del Penske de McLaughlin. El viernes, 50% de posibilidad de lluvia.

El tercer día de pruebas de la IndyCar de cara a las 500 Millas de Indianápolis, se completó por fin acción en pista y el agua no fue la protagonista. Sólo unas gotas en la última hora aparecieron en una jornada que se extendió por ocho horas en la que los pilotos cumplieron sus programas de trabajo. Hubo de todo, simulaciones más o menos serias de clasificación, pruebas en tráfico, las típicas serpientes dando y evitando rebufos, las primeras escaramuzas y se vieron las primeras visitas al muro.

Los primeros en lanzarse fueron los McLaren, sobreponiéndose al fallo en el coche de Larson, ese hombre que viene de la NASCAR y que el próximo 26 de mayo aspira a uno de los dobletes más extremos en el mundo del automovilismo, el Double Duty. El piloto correrá dos carreras de disciplinas distintas que por tradición coinciden en el Día de los Caídos: Las 500 Millas de Indianápolis en el Indianapolis Motor Speedway y la carrera de la NASCAR, la Charlotte 600 en el Charlotte Motor Speedway. 1.100 millas de competición más las casi 600 de traslado entre ambos circuitos.

Pero volviendo a las prácticas de las 500 Millas, el primer accidente fuerte lo protagonizó Linus Lundqvist, que se fue al muro de la 2 con su Chip Ganassi. Luego sería el turno de otro fuerte golpe y esta vez también protagonizado por un piloto sueco, Marcus Ericsson. El que fuera ganador de las 500 en 2022 corriendo para Ganassi, se fue contra los muros en la 4 al tocar el bordillo interior. Se entraba en la sexta hora de test y practicamente fue el final. Como Linus, también fue visto por los médicos, que le permitieron volver a su garaje. No a la pista porque su coche estaba destrozado y porque tras volver la bandera verde después 30 minutos de amarilla provocada por su espectacular accidente, empezaron a caer unas gotas de agua. Se reanudó la sesión al filo de completarse las 8 horas previstas, pero sin apenas acción relevante en el óvalo.

Entre ambos accidentes hubo tiempo para mucho, como por ejemplo la escaramuza que tuvieron Alexander Rossi y Romain Grosjean mientras practicaban la velocidad en tráfico. Ambos tenían sus más y sus menos y el francés encerró contra el muro al americano. Luego Romain volvería a juguetear con Santino Ferrucci. Y eso que todavía la carrera queda lejos. Pero la incertidumbre meteorológica, con posibles lluvias durante el viernes del Fast Friday hace que los nervios estén a flor de piel.

El Fast Friday es la jornada en la que los coches se ponen ya en modo clasificación para afrontar el fin de semana que definirá la parrilla de la 108ª edición de las 500 Millas de Indianápolis y el coche de los 34 inscritos que se queda fuera, porque por reglamento solo pueden tomar la salida 33. Pero antes, en la jornada de pruebas del jueves, que son eso, pruebas y como tal hay que tomarlas, hubo variedad de motores y equipos en la parte alta. Los Chevi del McLaren de Pato O’Ward (228.861) y el Penske de Scott McLaughlin (227.316) delante de los Honda del Ganassi de Álex Palou (226.915) y el Andretti de Colton Herta (226.828). Josef Newgarden (Chevi-Penske), defensor del trofeo Borg Warner, finalizó quinto (226.684).

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