INDYCAR | ROAD AMERICA

Palou es la resistencia a los Penske

El español acaba cuarto en Road America por detrás de Power, nuevo líder, Newgarden y McLaughlin, y se queda a cinco puntos del liderato.

Álex Palou acabó cuarto en la carrera de la IndyCar en Road America. Y es a lo máximo a lo que pudo aspirar el español porque los Penske se mostraron una vez un pasito por delante y firmaron un triplete. Ganó la carrera Will Power, nuevo líder del campeonato, por delante de sus compañeros Josef Newgarden y Scott McLaughlin. Era el único de su equipo que todavía no había ganado en la presente temporada y lo hizo de manera brillante. Se desquita así de sus segundos puestos en Barber y en Indianápolis. Por su parte, Scott Dixon, quien se impuso en Detroit para llegar al liderato, se deshizo en una carrera en la que solo pudo ser 21º y perdió el liderato que pasa a Will. Y Palou se queda a cinco puntos de distancia.

La carrera de Road América comenzó haciendo suyas los usos y costumbres de la de Detroit, encadenando tres banderas amarillas consecutivas, que dejaron fuera de juego al poleman, Ludqvist, embestido por su compañero en Ganassi, Armstrong y a Herta, empotrado por Newgarden. Luego se volvería a sacar al safety para retirar escombros y una tercera vez para meter en la grúa el Ganassi de Simpson tras chocar con Rasmussen. Tres periodos de precaución en siete vueltas. Palou salía séptimo, evitó los incidentes y vio como tres coches delante de él arruinaban sus opciones.

En todo ese revuelo y cuando el pleito se estabilizó medianamente, Dixon, líder de la serie que salía décimo, ya estaba sexto. Lideraba con comodidad el Penske de McLaughlin sobre el Andretti de Kirkwood y Palou evitaba males mayores en la octava posición, a la retaguardia de su compañero Scott, del que poco después dio cuenta, para ir escalando y ponerse cuarto en el ecuador de la prueba. Por delante, los de siempre. Sí, los Penske.

Y en ese punto ya se sabía que los neumáticos blandos no eran los más eficientes, porque se destrozaban a las pocas vueltas. El bicampeón tenía que pasar aún por esa penitencia de instalarlos y tener que mimarlos para no sobrecalentarlos y que se vinieran abajo. De los líderes, solo Newgarden, que marchaba segundo, había montado las ruedas rojas, en aquel comienzo convulso. Y allí hizo todas las oposiciones necesarias para llevarse la victoria que le quitó en última instancia Power con un ‘overcut’ de libro.

Al español le atornillaron los rojos para el tercer rush, con cierto margen de maniobra. Quedaban 22 vueltas para el final y hacer funcionar esos Firestone durante 8 o 9 vueltas sin arruinarlos era una opción más que razonable. Empezar ya a correr con la calculadora pasaba a ser casi necesario. Y más teniendo en cuenta que los Penske eran inalcanzables para ir al victory lane y que Dixon estaba hundido en el medio del grupo. El liderato de la general estaba a la vuelta de la esquina. Y si no, muy cerca. Como así fue. En esa cuarta posición compareció el español para el último stint y en esa llegó, sin posibilidades por delante ni amenazas por detrás. Porque los Penske, sí, los de siempre, están intratables. Y han llegado al liderato. Ese que amenaza Álex Palou y que reconoció al bajarse del coche que el cuarto era lo máximo: “Los tres primeros estaban hoy a otro nivel, pero estamos contentos con nuestra carrera. Ha sido un poco frustrante rodar tanto tiempo solo en carrera. Necesitamos algunas victorias”.

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