No va más: a Palou le vale un noveno puesto

La IndyCar finaliza el domingo (21:30 Movistar Deportes) con el Big Machine Music City GP en el óvalo de Nashville la temporada 2024. Y será una carrera cara a cara entre el líder Álex Paolu y Will Power. El español tiene 33 puntos de ventaja sobre el australiano y la fórmula más directa que llevaría al de Ganassi a su tercer campeonato de la serie norteamericana sería acabar en novena plaza o mejor. De esa manera no tendría que estar pendiente del resultado de su rival de Penske, quien además elogia la fortaleza del líder: “Palou es un contendiente serio. Nada puede hacer que se estremezca. Es muy difícil enfrentarse a él”.

La cita en la ciudad de Tennessee no será el tradicional ‘Crashville’, circuito urbano en el que los accidentes son más habituales de lo normal. Se cambia al óvalo de Nashville Superspeedway por las obras en el estadio de los Titans y por cuyos alrededores discurría el trazado callejero. Sea como fuere será un desafío para todos, porque los monoplazas americanos no visitan ese óvalo desde 2008 (con victoria de Scott Dixon) y la IndyCar no pone fin a una temporada en un circuito ‘redondo’ desde 2014.

El escenario será desconocido para un Álex Palou, quien nunca ha corrido en este circuito, aunque el pasado mes de agosto disfrutó de unos test en el Superspeedway para una pruebas de neumáticos. Que, por otro lado, pueden influir y mucho en la carrera. La IndyCar ha decidido que se utilizarán dos compuestos, el primario y el alternativo (duro y blando) que los pilotos estarán obligados a montar durante la carrera, lo que abrirá interesantes estrategias ajustando degradaciones y consumos.

Will Power dijo tras aquel test veraniego en Nashville que no intuía una carrera fácil para poner broche al campeonato. Dio sus claves, “estrategia en boxes y posición en la pista” y avanzó que no habrá vueltas tranquilo: “No puedes quedarte sentado y pensar que esto es fácil porque te garantizo que no lo es. Siempre será muy diferente a lo que esperas, así que tienes que estar preparado para lo inesperado”. Y así es, los óvalos esconden trampas ocultas que emergen en forma de accidentes, toques con los muros, banderas amarillas o rojas inoportunas…Muchos frentes abiertos y muchas dificultades.

Álex Palou, por su parte, hubiera preferido un final en otro escenario, como el mismo reconoció, pero no se arruga ante el reto. El catalán persigue su primera victoria en un óvalo, pero en Nashville habrá una pieza de caza mayo, ser campeón por tercera vez y revalidar su corona de la temporada pasada. Un logro, este último, que no se consigue desde 2011 con Dario Franchitti (2009-2010 y 2011), que corría con el equipo Chip Ganassi. Por ello, Palou puede aparcar el objetivo de su primera victoria en un circuito ovalado y meter en su coche rojo y amarillo una calculadora. Esa que dice que con un noveno puesto se convertiría en tricampeón de la IndyCar igualando a Sam Hornish Jr como el tercer piloto con más Copas Astor en sus vitrinas.