KTM se refuerza para el Dakar

Será demasiado complejo que KTM vuelva a repetir esa racha de 20 triunfos consecutivos (de 2001 a 2019) que estableció en el Dakar. Pero los de Mattighofen han vuelto a empezar de cero un contador que les hace afrontar la 48ª edición de la carrera como el rival a batir. Después de un 2025 casi impecable por parte de Daniel Sanders, la marca austriaca saldrá a revalidar el Touareg con una alineación reforzada en la que permanece Luciano Benavides y se incorpora Edgar Canet; el campeón de Rally2 que deja huérfana la categoría para sentarse en la mesa de los mayores.

De qué será capaz el piloto español no genera demasiados interrogantes, después de que en su año de debut en el desierto se entrometiese siempre dentro de un Top-10 que le ha llevado más pronto de lo habitual hasta RallyGP. Y aunque en la categoría se enfrentarán al ejército de Honda, la realidad es que el buen 2025 de Sanders junto a la KTM 450 les da la confianza suficiente para pensar que pueden ser imbatibles. Porque en el equipo saben que tienen las armas y el talento para conseguirlo; especialmente en el caso del australiano, que mantendrá “la misma configuración” que le llevó al éxito.

“Me siento muy cómodo con nuestra moto y tengo muchísimas ganas de llegar al Dakar. Hay algo de presión tras la victoria de este último año, pero estamos entrenando duro para esto y sé que puedo rendir al máximo", comenzaba analizando un Sanders, que resalta cómo “el equipo está en un muy buen momento”. La moto se ha mostrado fiable y un paso por delante del resto de rivales, pero en el Red Bull KTM son conscientes de que cada Dakar es diferente" y están obligados a hacerlo “lo mejor posible” con una alineación donde, a pesar de los contratiempos de Luciano, el argentino también está preparado para afrontar el desafío.

Por su parte, Canet se siente “preparado” para estar a la altura de esta nueva aventura que afronta junto a KTM, tras haberle dedicado “muchas horas a la moto”. El español empezó a probar el prototipo de la categoría reina desde mediados de año y eso le ha permitido afrontar el Dakar con “muy buenas sensaciones sobre la moto”. A pesar de que en su segundo año dentro de la carrera, en algún modo, le tocará volver a ser rookie, Edgar sabe que tiene “la velocidad y la navegación necesarias para correr delante todo el tiempo” y estar a la altura de una marca que no aspira a menos. En Mattighofen solo vale ganar.

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