“Honda es un sueño”
El gallego llega al equipo oficial de HRC con la intención de “pelear por podios regularmente” y sin más presión por la lesión de su compañero y campeón Gajser.
No ha necesitado nada más que una temporada completa compitiendo al máximo nivel (debutó en dos carreras en 2021) para convencer a Honda de que merecía estar en su equipo oficial de MXGP. Así, este año es el primero de una nueva vida para Rubén Fernández (Vigo, 24 años) en la escuadra del vigente campeón, el lesionado Tim Gajser, unos colores que estrena este mismo fin de semana en Argentina y que significan “un sueño hecho realidad” tal y como cuenta el gallego a AS antes de afrontar el comienzo del Mundial de motocross.
“Honda es como Ferrari en la F1. Pasar ya al que yo creo que es el mejor equipo del ‘paddock’ es un gran paso para mí y es un sueño”, relata Fernández. Una salto de tal magnitud no llega de la nada, hay mucho trabajo duro detrás con el que se ha ganado la confianza de la marca japonesa: “Entré en el equipo de Honda en MX2 con la idea de intentar ascender, tuve ya un poco de apoyo en mi primer año en MXGP en lo que a material se refiere y con los resultados que iba haciendo tenía la confianza de poder conseguirlo”.
“Veía que iba avanzando el tema hasta que firmamos”. Eso fue en septiembre, una vez acabó su año de ‘rookie’ con dos podios en su haber (en Letonia e Indonesia), y ahora se ve como el único piloto del ala dorada en este inicio de Mundial debido a la baja indefinida de Gajser por su rotura de fémur, al que desea que “se mejore lo antes posible”, un reto que no le intimida: “Intentaré llevar el peso del equipo yo solo. ¿Más presión? No para nada, al final uno tiene que hacer lo que tiene que hacer, no cambia nada”.
Para empezar, no quiere “cometer errores de ‘rookie’ como al principio de 2022, con algunas caídas”, así que irá “con calma” mientras va cogiendo rodaje. Seguro que a eso le han ayudado las primeras carreras en las que ha destacado con la Honda subiendo al podio en una cita de referencia como Arco di Trento y ganando a Prado en su casa. “Es el primer año que tengo una moto al nivel del resto de equipos oficiales y me estoy encontrando muy a gusto, estamos a otro nivel en comparación con otros años, todo es una mejora en sí”, asegura.
Orgullo de padre y objetivos
Rubén ha llegado a un nivel que merece y que supera sus mejores sueños: “Si me dicen cuando era pequeño que ahora iba a estar con Honda y que he conseguido podios en MXGP no me lo creería, no era una cosa ni siquiera en la que pensaba, pero empezó como una pasión y se ha convertido en algo más serio”. Y mucho de ese proceso se lo debe a su padre, Paco Fernández, referente del motocross gallego: “Si soy el piloto que soy es en gran parte gracias a mi padre. Siempre me dice que mantenga los pies en la tierra, que hay que seguir siendo humildes”.
Y se lo aplica cuando habla de sus objetivos para la temporada: “Me gustaría pelear por podios regularmente y quizá apuntar a más, ya veremos. El año pasado hice dos, quiero pensar que pelearé por más e incluso por ganar alguna manga. Depende de cómo vayan las cosas, Honda esperará más o menos de mí”. Y también la afición española, y en especial la gallega, que tiene en Prado y él a dos de los suyos en el top de MXGP. “Va a ser una temporada importante, mi primer año en un equipo oficial, lo afronto con muchas ganas y confianza”. A por ello.