24 HORAS DE LE MANS

Ferrari amenaza a Toyota

El 499P #50 de Molina sale primero a las 24 Horas de Le Mans escoltado por el #51 y con los dos Toyota, no muy contentos por el BoP, detrás.

Le Mans (Francia)
JEAN-FRANCOIS MONIERAFP

Es ‘la carrera del siglo’, como recuerdan cada pocos metros los carteles por la ciudad de Le Mans y por el circuito de la Sarthe. Es la edición del Centenario de las 24 Horas de Le Mans, la joya de la corona del Mundial de Resistencia (WEC), que en el último lustro ha dominado Toyota con mano de hierro. Pero para 2023 todo ha cambiado. Se ha estrenado la era de los Hypercar, habrá récord de participantes en la máxima categoría (16) y a los japoneses les ha salido un competidor duro. No es otro que Ferrari.

La casa de Maranello ya ha dado varios avisos a lo largo de la temporada y en la semana de Le Mans han copado las clasificaciones, la eliminatoria y la Hyperpole. Y por eso estarán en cabeza del pelotón cuando LeBron James dé el banderazo de salida el sábado a las 16:00. El 499P número #50, del que forma parte Miguel Molina, primero. Y su hermano gemelo, la unidad #51, justo detrás. Los coches rojos son la principal amenaza para Toyota, que parten en tercera posición con el número #8 y el otro, el #7, en quinta plaza. Entre ellos, el Porsche 963 de Penske #75 y por detrás, el resto.

La pole, como no puede ser de otra manera, ha sentado bien en el hospitality de Ferrari y regular en el de Toyota, separados en la pista por 1,4 segundos y por 20 metros en sus instalaciones. En las de el equipo Gazoo Racing el director del equipo de Toyota Rob Leupen atiende a un grupo de periodista con un asunto sobre la mesa: el BoP (Balance of Performance) que les ha lastrado para Le Mans con 37 kilos extras y que en palabras del neerlandés “son un problema”. Leupen se resigna, porque las regulaciones están dentro de reglamento, pero se hace preguntas, como se las hicieron el año pasado en Alpine, ‘castigados’ por el BoP también antes de Le Mans. “Como deportista, tengo un problema porque estamos aquí por el deporte. El deporte debe hacer el espectáculo”, explica. Las respuestas sobre el BoP no son contundentes porque no se debe, o no se puede, faltar a una especie de pacto de caballeros. Pero cuestionado si el peso extra es consecuencia de su abrumadora superioridad, es firme: “No podría negarlo”.

Críticas. Alex Wurz, asesor del equipo, en el mismo encuentro, afirma que no pueden estar felices por las decisiones tomadas: “¿Estamos contentos en este momento? No. Porque fue un anuncio razonablemente de última hora y una sorpresa para nosotros. Antes del anuncio estábamos más contentos, creemos que no fue hecho mediante la lógica científica, que es lo que se anticipaba originalmente en las reglas”, dice el expiloto, que de todas maneras lanza un aviso: “La carrera acaba el domingo”. Lograr estar delante en la salida, explica el austríaco, sirve para “evitar problemas en el arranque y en la primera chicane”. Ahora toca centrarse en lo que tienen: “La mentalidad de todos en el equipo es la de concentrarnos en lo que tenemos y debemos optimizarlo. Estamos tratando de optimizar cada aspecto humano y de ingeniería”. Y lo que tiene por delante Toyota, defensor del título y rival a batir, es una carrera de 24 horas que pasará a la historia, una previsión de lluvia para la salida y dos amenazas rojas.

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