Este Dakar es una locura
Sainz se deja más de media hora con Al Attiyah, tras romper la bieleta de la rueda trasera izquierda. La etapa concluyó en el km 377 con triunfo para Chicherit.
Hay muchas cosas que no tienen explicación y una de ellas, es el comienzo que está dejando este Dakar. Se clasificó como extremo pero más bien, todo lo que se está viviendo en él es una locura impredecible de la que nadie, a excepción de Nasser, se está librando hasta ahora. Está siendo una carrera selecta en la que el qatarí sigue aliado con la suerte ya que, después de haber descartado casi por completo a Loeb y Peterhansel el pasado lunes en la lucha por el Touareg, la tercera etapa le deja liderando plácidamente (tiene más de 13 minutos con Al Rajhi) en solitario tras varios problemas que acumuló Carlos Sainz.
La especial del madrileño estaba saliendo a pedir de boca. Le endosaba casi nueve minutos a Al Attiyah y solo uno le privaba de liderar el cronometrado. Pero en el kilómetro 213 cambió un destino que ahora está en manos del madrileño y por supuesto, de la suerte. Sainz se detuvo por la rotura de la bieleta de la rueda trasera izquierda según confirmó el equipo. El Audi exigía una reparación para continuar y en total fueron 36 los minutos, que tardaron de primeras en poder reanudar la marcha. Lo que de partida simulaba un drama, pasó por varios estadios. En la siguiente referencia podía quedar en susto pero finalmente, acabó siendo un problema que el madrileño tendrá que solucionar en una carrera que no ha hecho más que empezar. Pero de qué manera.
Cuando parecía que la etapa sería lo suficientemente larga como para pasar página y culminar la remontada, también había que tener en cuenta que lo era para seguir acumulando problemas. Llegó una segunda parada de Carlos que rondó los 20 minutos por culpa de dos pinchazos que tampoco fueron usuales. El día que funcionaron el resto de Audi, falló el que era su mejor baza hasta ahora. De primeras no funcionaba el gato y más tarde se complicó el momento de sacar la rueda deteriorada, por lo que Al Attiyah acabó beneficiándose por partida doble en una jornada donde abrir pista tuvo un precio. Traducido en tiempo, el qatarí pagó 20 minutos frente al vencedor de la etapa. Chicherit se escaqueó de todos los problemas que continuó arrastrando Loeb (30º) con el prototipo de BRX y en otra jornada para olvidar del francés, fueron sus compañeros quien destacaron con el coche de Prodrive.
Entre medias se infiltró el Toyota de Lategan para darle al fabricante japonés una segunda posición, que paliaba los 20 minutos de pérdida que acumuló Al Attiyah. Aunque lejos de ser dramático, los 56 que se dejó Sainz (33 en la general) hicieron que la etapa no se viese tan mal a nivel de resultados. Porque a nivel de seguridad fue otra historia completamente diferente. La fiesta terminó con la neutralización del recorrido en el kilómetro 377 que decidió las posiciones finales. Las lluvias hicieron imposible completar la especial y los tiempos válidos entre los que destacó la 23º posición de Checa con el Astara, serían los de un octavo punto de control que acabó con cualquier opción de remontada. Aunque solo por hoy. Porque visto cómo ha comenzado el rally, hacer predicciones no tiene ningún sentido. Como tampoco lo ha tenido el día de hoy.