“Estaba destinado a ser para mí”
“No cambiaría nada de lo que estoy viviendo”, asegura el español con un tercer título que le hace sentir “muy orgulloso”: “Ha sido un año increíble”.
Instantes después de que Colton Herta recibiese la bandera a cuadros como el vencedor en el óvalo de Nashville, las cámaras se centraron en el coche del verdadero protagonista, ese rojo y amarillo con el dorsal 10 que ha arrasado en 2024 para levantar por tercera vez en cuatro años el título de la IndyCar. Álex Palou abrochó el campeonato con una 11ª posición que le valió para continuar haciendo historia, no le hizo falta más con su principal rival, Will Power, fuera de juego prácticamente desde el principio.
“Tengo que dar las gracias a todos los que trabajaron en el coche. Estoy muy orgulloso. Ha sido un año increíble y estoy feliz de que volvamos con el título a casa”, decía Palou en sus primeras palabras como tricampeón en las que resumía su carrera en una frase: “Solo teníamos que seguir adelante”. Y más cuando supo el problema con el cinturón que apeó a Power de la lucha: “Pensé: ‘Es una locura que le haya pasado eso’. Fue muy peligroso. Me alegro de que no haya sucedido nada y de que haya podido terminar la carrera. No lo estaba celebrando”.
“Normalmente nunca pasa algo así, lo mismo que me pasó con la batería hace dos semanas”, recuerda el español, por si a alguien se le ocurre poner alguna excusa, sobre los problemas que tuvo en la segunda carrera de Milwaukee y que le impidieron cerrar el título entonces. “Así es como fue... Cuando no es tu día, es lo que hay. No puedes hacer nada. Lo mismo ocurre cuando es tu día. Este era mi día, no estaba destinado a ser para él (en referencia a Power), estaba destinado a ser para mí. Eso es lo que pasó”, añadía el de Ganassi.
Su rival australiano de Penske explicaba así su incidente, que finalmente le deja cuarto en el campeonato por detrás de Herta y McLaughlin: “Iba por la recta principal y sentí un tirón en el cinturón. Es algo muy anormal. No sé qué salió mal, fue un fallo muy extraño, nunca me había pasado”. “Es decepcionante, pero felicitaciones a Álex, es un tipo difícil de vencer. Ganassi hizo un gran trabajo y ha sido divertido competir contra ellos esta temporada”, concluía Power con palabras de reconocimiento hacia el campeón.
Unos números para la historia
“Este fin de semana era un cara a cara con Power, pero también hablamos de Herta, McLaughlin, O’Ward... Son todos. Esa es la belleza de este campeonato, no puedes descartar a nadie”, señalaba Palou sobre el nivel de la competencia, por eso estaba exultante: “Ganar es lo mejor de la vida, y también que ser padre, pero cuando haces ambas cosas el mismo año, es realmente especial. Ha sido increíble. No cambiaría nada de lo que estoy viviendo”. Y cuando vea los números que suponen su título, todavía menos…
Es el decimotercer piloto en la historia de la IndyCar en ganar al menos tres títulos; el séptimo en lograr tres en cuatro años; el segundo tricampeón más joven a los 27 años, 5 meses y 14 días (solo le supera Sam Hornish Jr.) y suma 16 títulos para Ganassi (a uno de Penske). Iguala las Copas Astor de Jimmy Bryan, Ted Horn, Rick Mears, Louis Meyer, Al Unser y Bobby Rahal y en el siguiente escalón tiene a Mario Andretti, Sebastien Bourdais y Dario Franchitti, el último en encadenar varias (de 2009 a 2011) y al que ya tiene en el punto de mira: “Me ha recordado que él lo hizo una vez más. Así que tengo un año para alcanzarle. Ojalá podamos”.
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