El bicampeonato está a un podio de distancia

El domingo (21:15, Vamos) se disputa en GP de Portland, penúltima cita del año de la IndyCar, de la que Álex Palou es el líder con 74 puntos de ventaja sobre Scott Dixon, su compañero en Ganassi. Son los dos únicos aspirantes al título y la ventaja del español es amplia para gestionar sin correr riesgos.

Atrás quedan ya los circuitos ovales, se vuelven a los conocidos en Norteamérica como ruteros, los tradicionales, los que tienen pianos, grava, escapatorias… Y el primero que aparece en el horizonte es el de Oregón, en el que Palou ganó en el 2021 camino de su primer título. La temporada pasada, acabó 12º en un año en el que ya estaba descartado para la corona. Dixon, por su parte, cerró las dos temporadas precedentes con dos terceros puestos, así que vistos los números, no hay favorito claro a la carrera. El título es otra cosa, porque el neozelandés tiene que arriesgar más que el español si quiere llegar con opciones al envite final en Laguna Seca.

Las cuentas son múltiples debido al sistema de puntuación del campeonato americano, pero por simplificar, un podio hace campeón a Palou en Portland. Y un cuarto o quinto puesto no le da la Copa Astor de manera matemática, pero sí virtual, ya que solo por tomar la salida en Laguna Seca recibiría 5 puntos y sería campeón en el circuito del famoso sacacorchos. Mirando el global de lo que resta, dos novenos puestos también harían que el español se convierta en bicampeón. Pero lo mejor es ir paso a paso, y lo primero es lo de este fin de semana. Lo tiene muy a favor, pero una leyenda como Scott Dixon, seis veces campeón de la Indy, no hay que darle por descartado hasta el final, porque se puede sacar de la chistera una estrategia que nadie ve y pasar de estar descartado a ganar. Pasó en Gateway y en Indianápolis, las dos últimas carreras con las que el neozelandés se ha enganchado al título.