“Con mi coche hago la mili”

Después de catorce años de experiencia acabando el Dakar de manera consecutiva, una de las lecciones que le ha dejado el desierto a Laia Sanz (39 años, Barcelona) es que el mundo de las cuatro ruedas exige más de recursos que de talento. La española, después de tres ediciones lanzando mensajes de cuál es su valor al volante, se sigue marcando como objetivo el ponerse prueba a sí misma en un T1+. Y mientras llega la oportunidad piensa en conquistar su categoría con el Century del SRT, para seguir dando valor a una trayectoria que tampoco fue sencilla durante su aventura en moto, pero acabó “donde quería”, como cuenta a AS.

—Va a por el 15º Dakar y parece que esta cita, año tras año, es inaludible para usted.

—Espero que no rompa ahora la estadísitca, porque no es fácil. Seguro que un puntito de suerte ha habido, pero estoy muy orgullosa no solo de acabarlos, sino de acabarlos bien. En moto, la gran mayoría los acabé estando en los 20 primeros y en coches espero ir por el mismo camino. Es verdad que los dos primeros años no fueron fáciles, pero el año pasado ya tuvimos un buen Dakar y espero seguir en la misma línea.

—¿Merece la pena todo el esfuerzo económico y personal que hace para volver a estar aquí otra vez?

—Bueno... yo espero que sí. Al final todo son procesos y todo son etapas. Viví un poco lo mismo en la moto y no fueron fáciles los primeros años. Cuando empiezas tienes que luchar y tienes que demostrar muchas cosas, pero al final acabé en un sitio que nunca hubiera imaginado. Primero siendo oficial en Honda y luego en KTM, GasGas... Pero eso es algo de lo que me siento orgullosa. Las cosas nunca las he tenido fáciles aunque pueda parecer que sí y la gente me vea en el Dakar y piense ‘qué bonito’. Pero ahora estoy en el mismo proceso que ya superé en las motos. Igual que en moto no lo hubiese ni soñado, ahora en coches hay que esperar, soñar y trabajar para que si sale la oportunidad estemos preparados. Yo además creo que cuando algo te cuesta mucho, también te hace más duro, te hace mejor y te hace exprimirte a tope. Y es ahí donde estoy ahora mismo.

—¿Pero no cree que el mundo de los coches es más ‘injusto’ que la moto?

—Sí, totalmente. En el mundo de la moto dependes más de lo atleta que seas, de lo disciplinado que seas y de lo deportista que seas. En el mundo del coche, obviamente tienes que tener manos para hacerlo bien, pero también dependes mucho de los medios que tengas. Está claro que es diferente, pero si quieres llegar hay que seguir perseverando y seguir luchando para estar preparada cuando tenga una oportunidad. Si es que llega...

—Pero por ejemplo, este año Toby Price y Sam Sunderalnd han dado el paso a los coches y directamente cuentan con un T1+ de Toyota...

—Pero Toby y Sam son dobles ganadores del Dakar (en moto). Lo que a mi me sorprende en este caso es que no estén en un equipo oficial los dos. Porque es verdad que llevan un buen coche, pero no son oficiales. Y de verdad que eso es algo que me sorprende. Dos personajes como ellos, que les quiero mucho, no estén ahí... Por ejemplo, Toby ya ha demostrado que es un buen piloto de coches. Pero la realidad es que no es fácil dar el salto porque ahora, es cierto que antes se cogían pilotos de motos por la experiencia (en navegación) y demás, pero ahora parece que hay más prioridad por coger a gente joven que ni siquiera ha corrido y se les forma. Se están viendo fórmulas diferentes de promocionar a pilotos, pero creo que los demás también nos merecemos la oportunidad de demostrar y de descubrir si tenemos las herramientas y el nivel para llegar o no.

—Pero usted ya ha mandado mensajes. Es cierto que sus dos primeros años no fueron un camino de rosas, pero este útlimo fue bastante positivo.

—Esos dos primeros años fueron de picar piedra porque al final nadie nace enseñado. Obviamente también es muy diferente si empiezas el camino ya en un equipo oficial, como le ha sucedido a otros expilotos de moto y entrando en un equipo haciendo horas y sumando kilómetros, que no el ir de Dakar en Dakar y además con un coche que no es fácil. El dos ruedas (motrices) es un coche difícil y que haces la mili con ese coche. Pero de verdad, que también me siento contenta con este camino porque si llega la oportunidad estaré mucho mejor preparada para hacerlo bien. Ir con un dos ruedas en las dunas y por ejemplo el año pasado, que salvo un par de enganchadas de cinco minutos fue muy bien, pues el día que coja un 4x4 ya habré hecho la mili en arena. Además, creo que es un sitio que se me da bien. Pero en definitiva este camino te ayuda, te hace mejorar y espero tener la oportunidad. Eso sí que espero que llegue algún día.

—La parte menos positiva es que como usted dice llegan con menos kilómetros al Dakar; a pesar de que pudo probar en la clase Challenger durante la ronda de Abu Dhabi.

—Es verdad que los coches venían muy tocados del Dakar, pero ahí demostramos que teníamos nivel para ganar. Estuvimos haciendo, antes de que se rompiera, buenos resultados y estábamos delante en la categoría. Es una categoría en la que mucha gente ha tenido la oportunidad de saltar al T1+ y bueno, yo creo que todo depende de las oportunidades que tengas y a veces un poco de estar en el sitio y en el momento adecuado. De momento no me ha pasado, pero sigo trabajando. Y creo que tarde o temprano tendrá que aparecer una oportunidad.

—¿Cuando llegue al Dakar, va a echar de menos los kilómetros que se han quedado por hacer con la Extreme E?

—Seguro, segurísimo, porque en la Extreme E se hacen pocos kilómetros pero son de mucha calidad. Seguro que lo echo de menos y obviamente en el Dakar estamos luchando con gente que está todo el año corriendo y haciendo kilómetros. En general están hartos de rodar y puede ser que lo tenga más difícil, pero también me pasó en moto y al final acabé donde quería. Quién sabe, hay que trabajar y esperar las cosas vayan saliendo.

—Aunque lo tenga más difícil, ¿se ve delante de nuevo este año?

—Sí, sí, ¿por qué no? Creo que lo podemos suplir un poco con la experiencia. Conocemos este coche del año pasado también y si fuera un coche nuevo me preocuparía más, pero es un coche que conocemos y creo que con Gerini (su copiloto) también nos entendemos bien. El año pasado ya vimos, por parciales y por ritmo, que podemos hacerlo bien en la categoría. Por lo que el objetivo es intentar ganar la categoría.

—No tiene que ocurrir este mismo año, pero ¿qué resultado le dejaría tan satisfecha como ese 9º de 2015 cuando competía en moto?

—Para eso creo que necesito todas las herramientas e ir con lo mejor, para ver realmente dónde está mi límite. Creo que hasta que no tienes las herramientas para luchar en igualdad de condiciones, y me refiero tanto a coche, como a kilómetros, carreras..., es difícil hablar de un resultado. Mi objetivo es llegar ahí, porque luego podré saber hasta dónde puedo llegar yo. Pero hasta entonces toca trabajar y hacerlo lo mejor posible con lo que tenemos.