Brabec le devuelve a Honda el trono

Hace cuatro años que un joven californiano consiguió acabar con una monotonía instaurada durante 19 años por parte de KTM que llegó a parecer insalvable. Ricky Brabec pasó a formar parte de la historia del Dakar con una victoria que era un privilegio, pero también una liberación a una categoría que necesitaba cambios. El americano, al manillar de la Honda, fue el primero en variar la tendencia y aunque desde que la carrera se instaló en Oriente Medio el dominio de los austriacos no fue para tanto, de nuevo el ‘cowboy’ ha frenado una racha de dos triunfos consecutivos para los de Mattighofen, gracias a una exhibición durante la segunda semana a la que pocos peros se le pueden poner.

Empezaron siendo seis gallos en el mismo corral, con un refuerzo a lo grande por parte de Honda. La marca japonesa comenzó ganando con Schareina, pero después el abandono del español, posteriormente el de Howes y otros tantos contratiempos de fiabilidad les recordaron que no todo iban a ser alegrías. Pero al menos consiguieron la más grande de todas: el Touareg. Aquel niño que acabó la escuela sin saber qué quería hacer con su vida, finalmente decidió hacer historia en el Dakar. Y lo ha conseguido por partida doble.

Brabec dejó durante la primera semana que la carrera hiciese su propia selección. Y a partir de la 48 horas se propuso ser mejor que nadie en unas especiales donde, a pesar de la distancia y gracias a las bonificaciones, abrir pista no era el mayor de los problemas. Eso significó que salir a ganar era más factible que nunca, aflojar el puño para tener una referencia innecesario y alcanzar los once triunfos en la carrera el balance de un piloto que llegó con un mullet excesivo que durante el comienzo dio más de qué hablar que su propia actuación. Ricky supo jugar con el factor sorpresa.

El americano lo hizo mejor que nadie, sin hacer mucho ruido pero siendo efectivo. Algo que le falló al ganador de la pasada edición. Kevin Benavides intentó repetir la estrategia que le dio la victoria hace un año (un inicio discreto que acababa con un modo ataque inesperado), pero la mayor recompensa que logró fue un triunfo de etapa que heredó tras una penalización a Quintanilla y una segunda victoria con la que se despide este Dakar. Pero ni siquiera le sirvió para entrar a un podio donde, por primera vez desde el 2000, no tiene a ninguna moto de la casa de KTM en uno de sus peldaños. Branch, segundo, se subió y subió por primera vez a Hero al cajón y para seguir con los estrenos, Van Beveren hizo lo propio con un bronce que pudo ser mejorado. Porque menos de dos minutos le dejaron sin la plata, mientras que por delante ya hubo quien tenía el oro más que sentenciado en un rodeo que acabó a orillas del Mar Rojo con un cowboy que ha vuelto a la carga.

Clasificación virtual de la etapa 12

Clasificación general virtual tras la etapa 12

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