Arroz para 250 comensales, jamón... y un Top-20 soñado en el Dakar

Le dio suerte hace justo un año, y este martes repetía, en el imponente Mas Nou, a las afueras del pueblo gerundense de Viladrau, en medio de una naturaleza solo alterada por el ruido del motor. Y eso que, cosas del destino, su buggy dijo basta a los tres kilómetros de exhibición, por problemas en una caja de cambios que “no se había roto nunca”, pese a que viene de subir al podio en el rally de Marruecos.

El afamado chef Nandu Jubany volverá a emprender la aventura del Dakar, que ya había abordado en moto en 2018 y que en enero de este 2025 le fue de lo más exitosa en coches, con un segundo puesto en la categoría T1.2 con su buggy de dos ruedas motrices -decimonoveno en categoría Ultimate, vigesimoctavo en coches- y Marc Solà como copiloto. Y con patrocinadores como KH-7, Estrella Damm o Turrons Vicens.

“No sueño con ganar el Dakar”, reconoce un entusiasta Jubany, “porque me gusta mucho pero no tengo nada de tonto y sé que hay muchos pilotos y coches más rápidos, así que lo dejo para otra vida”, recalca. Pero añade, como propósito para el rally que se celebrará entre el 3 y el 17 de enero de 2026, que “estaría bien ser el primero de la categoría y ya no digamos un ‘top-20’ en la general”. Para ello, han añadido 50 CV, han arreglado la suspensión e incluso han puesto aire acondicionado.

Cuenta Solà, su copiloto, que al sentirse más preparados en esta edición, le “tocará frenarlo porque se está acelerando”. “Nandu siempre quiere ser el mejor y el más competitivo, como en la cocina”. Ríe a su lado un chef con estrella Michelin, quien admite: “Ser cocinero me ha ido bien para todo, porque voy corriendo de un lado para otro todo el día, me dicen que soy el piloto que más se entrena. Y en los banquetes siempre hay que solucionar problemas”.

Inevitable para Jubany abordar uno de los asuntos que lo convierte en protagonista de la caravana del Dakar cuando llega la caravana del descanso: sus famosas paellas. “Este año tendremos que hacerla no para 100, sino para 200 o 250 personas, porque todo el mundo se apunta”, señala. Y bromea: “Ya he negociado que nos presten una rueda, si se nos pincha, a cambio de un arroz”. Pero no solo eso: “Nos saldría cuenta llevarnos un tráiler, porque todo el mundo me pide jamón”.

Apostilla su inseparable ‘Morena’, su esposa y socia Anna Orte, que “para Nandu esto es un sueño, y yo encantada de que así sea. Pero no me quedo en casa esperando, sino que aprovecho para irme de vacaciones con mis hijos”. “Es que no soy piloto, soy cocinero, empresario y emprendedor, y al Dakar voy en mis vacaciones”, completa Jubany.

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