MOTOGP | INGLATERRA

La presión del neumático preocupó más en Aprilia que Bagnaia

Aleix le había dicho antes de salir a su jefe técnico, Antonio Jiménez, que iban a ganar la carrera y éste explica a AS lo que realmente le preocupaba.

SILVERSTONE
PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

Interesantísima charla con Antonio Jiménez, el jefe técnico de Aleix Espargaró, tras la victoria en MotoGP de su piloto en Silverstone. A raíz de lo que le cuenta a AS, da la sensación de que le preocupaba más que no bajara la presión del neumático delantero más de la mitad de las vueltas que la oposición que le plantó Francesco Bagnaia al español camino de la victoria...

Este diario ya había charlado con Toni el belga, como cariñosamente se le llama en el paddock, por la mañana, después del paddock, y tras felicitarle por el triunfo de su piloto recordaba él mismo las inquietudes previas a la carrera: “Por la mañana estaba súper centrado en lo que iba a pasar con las presiones y tenía la cabeza muy en eso porque, por lo demás, no tenía ninguna duda de que en seco, incluso saliendo en cuarta fila, Aleix tenía ritmo y la confianza para poder ganar. Sólo me preocupaba que en teoría iba a subir la temperatura y no fue así, con lo que había que tener la presión adecuada para no tener ninguna penalización. Siempre había la duda con la goma delantera, porque creo que es la primera carrera en la que hemos rodado con la blanda. Estabamos súper confiados en que íbamos a luchar por el podio y, además, Aleix me dijo que iba a ganar. Sabía que iba a ser dura, pero la conseguió de manera excepcional”.

A la hora de comparar este triunfo con el del año pasado en Argentina, el técnico dice que “esta victoria sabe mucho mejor que la primera. La primera es siempre muy bonita, pero allí sabíamos que Aleix tenía un ritmo muy superior y allí también me dijo que iba a ganar. La de Silverstone es una confirmación. Cuando ganas, hay que volver a confirmar y lo mismo con un podio. Nos falta el segundo, que lo perdimos en Montmeló, pero ahora no lo quiero, porque Aprilia está ahí, como se vio también el sábado con el esprint de Maverick, y estamos a un nivel muy cercano a las Ducati, con nuestras dos motos y con la del año pasado que tan bien lleva Oliveira”.

Al preguntarle por la evolución de la moto, asegura que “se han hecho pequeñas cositas en la moto. El año pasado nosotros empezamos muy bien y después del parón las Ducati metieron una marcha más. Igual este año ellos no lo han conseguido y nosotros nos hemos mantenido. Tenemos un paquete bueno para seguir adelante y a ver si seguimos en esta línea”.

Y es cuando habla de la nueva norma que controla la presión de los neumáticos cuando se pone más serio: “La rueda trasera era mucho más fácil de gestionar. Aquí el límite era 1.66 o 1.68 bares detrás y 1.86 o 1.88 delante. Hay que estar por lo menos el 50% de las vueltas por encima de ese límite. Se puede conseguir, pero cuando juegas al límite... Yo no estoy contento con esta norma, porque una MotoGP es tan complicada y hay tantas cosas que poner a punto que sólo nos faltaba esto ahora. Y es algo con lo que te penalizan, porque el freno motor puede funcionar mejor o peor, lo mismo que todo lo demás, como la suspensión o la geometría, pero que con una cosa tan básica te puedan penalizar con tres, seis o doce segundos... La verdad es que lo veo ridículo. Y cuando dicen que es por un tema de seguridad... Nosotros dentro del box sabemos mucho más que los que hacen las leyes y seguro que ellos saben mucho más de leyes, pero nunca se ha preguntado realmente a la gente que sabe dónde está el límite de la seguridad. El límite de la seguridad está tanto por arriba como por abajo y es verdad que para Michelin no hay que ir por debajo, porque es peligroso, pero ir por arriba con una MotoGP que alcanza los 360 por hora, llegar a esa velocidad a final de recta y pararla con una goma que está demasiado hinchada es un problema. El piloto quiere ganar y sabe que si tiene la presión muy alta no puede hacerlo, y que si es muy baja lo pueden descalificar. La posición de los técnicos es complicada, porque podemos quedar mal con el piloto de cualquier manera, porque le pueden sancionar o no ganar por nuestra culpa”.

Y un importante apunte final: “El problema es que nunca sabes si vas a estar solo o en grupo. Y tampoco sabes si el viento es frío o si la temperatura va a bajar o a subir. El año pasado había 43 grados en la pista y hoy 21. Y no varía igual la presión si vas solo o a rebufo, porque en grupo se te dispara la presión y tienes que salir de él, porque la moto ya no la para igual y no gira. Nosotros tenemos información que sale del sensor y nosotros le mandamos al ‘dashboard’ la información para que la gestione. El piloto puede bajarla con su conducción, pero es muy difícil subirla. Aquí cada uno mira su interés aquí, pero es muy complejo. Yo acabé contento en Silverstone porque lo clavamos pero la evolución real de la moto depende todo mucho del neumático delantero”.

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