La primera de Aldeguer incluye triplete español

Fermín Aldeguer ya tiene el primer podio mundialista que tanto ansiaba, y no es un podio cualquiera, porque tiene el más preciado de todos, el de la victoria. Llegó en Silverstone, escenario de un GP de Gran Bretaña que transcurrió el día de la verdad en seco, salvo por unas pocas gotas que pusieron algo de emoción en MotoGP, y liderando un triplete español que tiene más premios. Es así porque Acosta, que terminó tercero tras Canet, con su resultado y el de Arbolino (noveno) recupera el liderato de Moto2.

La carrera arrancó accidentada por el vagón de cola. Tras la salida, Gómez pisaba la hierba, se caía y arrastraba con él al suelo a Hada, Foggia y Skinner. Poco faltó para que apareciera la bandera roja, pero no hizo falta. La carrera siguió su curso sin problemas, con Aldeguer, Alonso y Acosta, disputándose la primera plaza en unas emocionantes primeras curvas, para llegar el siguiente sobresalto acabando la vuelta dos. Dixon, héroe local que venía de ganar en Assen, se caía con dureza, pero felizmente podía ponerse en pie por sí mismo y llegar al box muy enfadado con el piloto que supuestamente le ayudó a caerse, Binder.

Para la siguiente vuelta, la tercera, era Canet el que se ponía en cabeza y amagaba con emprender la escapada, pero un inspiradísimo Aldeguer le daba caza y lo impedía. Además, al del Pons Wegow Los40 le sancionaron con la pérdida de una plaza por haber adelantado en la vuelta dos con bandera amarilla. Nueve vueltas tardaron en comunicárselo y no tuvo mucha incidencia, porque Acosta iba pegado a su rueda, así que le dejó pasar y luego volvió a por éxito a por el murciano de Mazarrón, del que se puedo escapar para cruzar la meta segundo con 1.3 de ventaja sobre el nuevo líder y a 2.5 del murciano de La Ñora, que se permitió el lujo de marcar la vuelta rápida de carrera en el penúltimo giro.

La anécdota fue la caída de Aldeguer al llegar a pie de podio, sobre la alfombra del parque cerrado, mucho menos dolorosa que la que sufrió su compañero Alonso, porque iba cuarto y aún con posibilidades de podio en la octava vuelta. Un paso atrás para el madrileño, algo de lo que también puede hablar Arbolino. Aunque el italiano sí acabó la carrera, lo hizo en la décima plaza y eso es un pinchazo gordo en clave de título. Venía a esta pista con ocho puntos de ventaja sobre el Tiburón de Mazarrón y ahora es éste el que lidera, con dos de renta sobre el italiano. Once finales les quedan todavía y a ver si para las siguientes Acosta ya está a tope físicamente, porque aquí llegó andando con muletas y acabó muy tocado del pie derecho, el que traía dolorido por una caída entrenando en Alcañiz con una 600cc.