ROOKIES CUP | ARAGÓN

La penúltima joya española busca el doblete en la Red Bull Rookies Cup

José Antonio Rueda lidera la copa KTM y ya se proclamó campeón del mundo júnior de Moto3 en Misano: “Le dedico este título a mi amigo Hugo Millán”.

ALCAÑIZ

La batidora, como el Maestro Nieto se refería a la inagotable cantera española, ha elaborado este año la penúltima joya de nuestro motociclismo. Se llama José Antonio Rueda, tiene 16 años, es de Los Palacios, Sevilla, y a su corta edad va camino de hacer historia. El piloto del Team Estrella Galicia 0,0 conquistó hace dos semanas en Misano el FIM JuniorGP y ahora puede sumar a ese título de campeón del mundo júnior el de la Red Bull Rookies Cup, categoría que lidera con 17 puntos de ventaja. Quedan cuatro carreras por disputarse de esta copa KTM, dos en este GP de Aragón y dos más en el GP de Valencia. De conserguirlo, hará lo que nunca haya hecho antes otro piloto, conquistar los dos campeonatos el mismo año.

“Soy un piloto tranquilo. Diría que también un poco divertido, pero no sé qué más decir”, le asegura a AS aún con mucha más vergüenza que desparpajo muestra en la pista. Y añade: “El piloto al que me gustaría parecerme es Lorenzo, porque cuando pilotaba la Yamaha era muy fino y clavaba el tiempo todas las vueltas. A mí también me gusta ser martillo. Nunca he tenido ocasión de hablar con él. Si pudiera hacerlo le preguntaría que me cuente su camino hasta llegar a MotoGP”. Por lo que se ve, no es casualidad que su dorsal sea el #99.

Sobre sus inicios, Rueda dice: “Yo empecé con cuatro o cinco años. Tuve una lesión importante en un tobillo, y me tuvieron que operar. Fue a los once años, pero no me planteé nada de seguir o no en esto”. Ahí le preguntamos si, siendo tan crío, no entran ganas de dejarlo. Y responde: “Como dijo Márquez, la ausencia de miedo es una virtud y un defecto a la vez”. Y más sobre sus inicios: “Es gracioso, porque mi padre tenía una R1 en casa y yo siempre la veía, pero realmente quien me dio mi primera moto fue mi abuelo, porque sabía que me gustaba mucho, y me regaló una de batería con tres años. Y luego mis padres son los que me han ido llevando por este mundo. Mi padre trabajaba de camionero y mi madre en los trabajos que iban saliendo. Sé que el dinero no crece de los árboles. Somos cinco hermanos en casa. Soy el segundo y somos tres chicos y dos chicas”.

El año que viene subirá de 16 a 18 años la edad mínima para competir en el Mundial, pero su título le abrirá las puertas aún teniendo 17. De momento, el sevillano prefiere no hablar del Mundial: “Lo primero es intentar ganar la Rookies Cup y luego tratar de llegar al Mundial”. Un ejemplo muy próximo para él es David Muñoz, que debutó este año en Mugello con 16 años y ya lleva dos podios. “David Muñoz y yo entrenábamos juntos en la escuela MKV y yo sigo en ella”, recuerda.

Su título en el Mundial júnior, que ganó de calle, con tres carreras de antelación y cinco victorias de nueve posibles, coincidió con el GP de San Marino y hubo algo que le llamó especialmente la atención: “Lo que más llama la atención para mí es el paddock y la tele, porque en un GP nos televisan hasta los entrenos”.

“Soy de hablar poco”, dice, pero su mensaje es claro: “Mi sueño es ser campeón del mundo de todas las categorías, a lo Marc Márquez”. Ahí se ruboriza al decirlo, y se pone más serio cuando AS le pregunta qué valor le da al título ya conseguido: “Este título tiene mucho valor para mí, porque llevaba seis años sin ganar un campeonato. El anterior había sido el Campeonato de España de Moto4 de velocidad y volver a ganar en el FIM Junior es increíble. Lo he podido hacer con mucho margen y creo que la clave ha sido trabajar muy duro en pretemporada y cambiar la forma de pensar. He madurado psicológicamente”.

Y una pregunta importante y que define generalmente al protagonista: “Le quiero dedicar este campeonato a mi amigo Hugo Millán”. Un compañero de pista que falleció el año pasado en la European Talent Cup, precisamente en Aragón: “Cuando pierdes a un compañero y amigo, al principio es difícil de asimilar y de aceptar que pueden pasar esas cosas, pero cuando te subes después en la moto no puedes pensar eso”. Suerte chaval.

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