Verstappen justifica el botón de la polémica en Red Bull
“Es una herramienta sencilla para cuando el coche está desmontado”, dice el campeón sobre el supuesto sistema que permite modificar las alturas del RB20.
Verstappen se enteró de que la FIA intensificaría los controles sobre los cambios de altura de los coches entre clasificación y carrera, por las sospechas hacia un equipo, y le pareció interesante. Luego se enteró de que ese equipo era Red Bull, y le pareció cómico. El campeón defiende a su equipo y da a entender que se trata de un sistema inocente, que todos los equipos tienen acceso a los datos y que solo se utiliza con el coche desmontado. Puede que la polémica de la temporada dure solo una tarde, aunque los resultados en la pista a partir de Austin serán la mejor vara de medir.
“No ha pasado nada nada. Es abierto para todos, cualquiera puede verlo y es una herramienta sencilla cuando las piezas están desmontadas. Pero una vez el coche está construido no se puede tocar. Así que para nosotros no cambia nada. Cuando lo leí, estaba pensando en cómo algún equipo podría estar haciendo eso y luego me he enterado de que estaba relacionado con nuestro equipo. Ni siquiera lo hemos mencionado en una sola reunión”, dijo Max en Austin.
El RB20 incorpora este fin de semana un paquete de mejoras importante para aguantar el pulso a McLaren. Con solo un entrenamiento para probarlo, Verstappen admite: “Habrá que confiar más en los datos, porque con solo un entrenamiento es bastante difícil. Te subes al coche, ese es el paquete e intentas hacer el balance y encontrar el mejor ‘set-up’ posible. Tienes que confiar más en los ingenieros”. “Aprendimos mucho en Monza y esto viene del aprendizaje de Monza”, comenta sobre el origen de estas evoluciones, que es la peor carrera de Red Bull en 2024. “No espero que de repente tengamos un coche dominante, hemos tenido estas limitaciones en el coche prácticamente toda la temporada y ahora estamos intentando mejorarlo”, aclara Verstappen, que no culpa al concepto del Red Bull sino a decisiones técnicas a su alrededor: “No se ve desde fuera, son cosas que hemos puesto en el coche en comparación con el año pasado que no se pueden cambiar de la noche a la mañana, ni este año”.
“Es 50-50, ganar o no ganar”
¿Hay presión con Norris a 52 puntos y seis carreras más tres esprints por delante? “Se podría decir que sí, pero no tengo presión. Sé que cuando me subo al coche intento hacerlo lo mejor posible. Cuando el coche es capaz de hacer un buen resultado, yo cumpliré con los resultados y cuando no sea posible, será un poco más difícil. Claro que quiero ganar carreras y campeonatos, si sucede bien y si no, así es la vida”. Su lucha con Lando la ve “50-50, ganar o no ganar”.
No cierra su enfado con la FIA relativa al castigo por decir “jodido” en una rueda de prensa: “Cuando tenía cinco años no veía una sola rueda de prensa. Además en el colegio se dicen cosas mucho peores, eres un niño y quieres ser rebelde. Así es la vida. No creo que esto sea tan importante. No soy agresivo ni nada de eso, simplemente vivo mi vida y cuando no estoy de acuerdo con algo, lo digo”. Y, por ejemplo, no está de acuerdo con la despedida en diferido de Ricciardo tras el GP de Singapur: “Estaba claro para mí y para Daniel que esa era la última carrera. Creo que se podía haber gestionado de otra manera porque él lo sabía y no se podía decir. Es una pena, ha hecho mucho por la F1, ha ganado carreras y ha tenido carreras increíbles. Merecía una salida bonita”. Palo a Red Bull.