F1 | CANADÁ

Sólido quinto de Sainz: “Y es el mismo coche de Barcelona...”

El madrileño termina tras Leclerc con un Ferrari que se acercó mucho a Mercedes. “Variará en cada circuito, en Austria será más complicado”, advierte Carlos a AS.

Montreal
GEOFF ROBINSAFP

Fue posiblemente el mejor Ferrari de la temporada, junto con Bakú, Leclerc y Sainz terminaron en Montreal cuarto y quinto, respectivamente. El madrileño charló con AS inmediatamente después de bajarse del coche: “Sólido, contento con el ritmo y con el ‘feeling’ con el coche. El viernes tenía algunos problemas con el coche que se han resuelto y yo iba más contento, por lo menos con el neumático medio”.

Había ritmo, así que el lastre estuvo en el undécimo puesto en parrilla (octavo más tres de penalización por bloquear a Gasly en la Q1). “Una pena por la clasificación, porque ritmo teníamos al menos al nivel de Mercedes. Eso es positivo y un paso adelante. Es un circuito que nos ha ido bien desde el viernes, ya vimos entonces que teníamos buen ritmo así que es una pena no haber clasificado mejor, con la penalización y todo. Porque si no podríamos haber hecho terceros y cuartos”, explicó a este periódico. También le contuvo estar detrás de Leclerc toda la carrera sin posibilidad de adelantar (y poco que ganar en caso de que los dos Ferrari lucharan en la pista). “La estrategia la hemos clavado”, resumió.

¿Y de dónde viene la mejoría? “Es el mismo coche de Barcelona en un circuito diferente. Por eso dije que Barcelona era un circuito para nosotros y Canadá uno bueno. Cuando lo decimos es porque lo sabemos, conocemos los puntos débiles y fuertes de nuestro coche y veremos en cada carrera. Austria espero que sea algo más complicado”. Tampoco le cambian las expectativas, no es un paso adelante permanente. “Creo que irá diferente de circuito a circuito. En Canadá podemos luchar el podio y en Barcelona sufrimos. A no ser que empecemos a traer más mejoras que nos hagan progresar en esa clase de circuitos”, sentencia. Son los mismos diez puntos que también se llevó en Barcelona, pero las sensaciones son bien diferentes.

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