‘Showtime’ en Miami
Hamilton se pasa al baloncesto en la previa del primer GP del año en EE UU. Las rectas sonríen a Red Bull. Mejoras en Ferrari y optimismo en Aston Martin.
Camisas de estampados coloridos, canillas al aire, sol picante y Lewis Hamilton anunciando relojes. No hay dudas, la Fórmula 1 está en Miami. Uno de esos grandes premios sin tradición que aspira a convertirse en el evento del año impulsado por decenas de miles de VIP (que pagan entre 5.000 y 10.000 euros por pase), el espectáculo alrededor del circuito y el influjo de Liberty Media, propietaria de los derechos comerciales del campeonato y principal responsable de su crecimiento en Estados Unidos. Este año serán tres carreras americanas (Miami, Austin y Las Vegas) que, junto con México, Canadá y Brasil suponen más de un cuarto del calendario a este lado del Atlántico. Los tiempos cambian. La Vieja Europa pierde peso en el Mundial.
Hamilton se dejó ver ya este miércoles en el ahora tradicional evento de IWC, patrocinador de Mercedes. Si el año pasado jugó al golf con Tom Brady, este año probó el baloncesto (que se le da algo mejor) en una competición benéfica junto al exjugador de la NFL Antrel Rolle, y contra el equipo del actor chino Simu Liu. Si se ha construido un circuito con todas las comodidades sin reparar en gastos para la F1, en los alrededores del Hard Rock Stadium, no debería de sorprender que se fabrique una cancha de baloncesto temporal solo para este partidillo.
Deportivamente, el GP de Miami tiene algo más que fachada. Checo Pérez llega inflado de optimismo (“Sería líder sin los problemas de Australia”) después de reengancharse al Mundial con el doblete de Azerbaiyán. Está a seis puntos de Verstappen. El trazado es poco convencional, muy artificial y con dos rectas enormes que favorecerán el terrorífico ‘efecto DRS’ del Red Bull. “Es una de las fortalezas de Red Bull”, explica Vasseur, “hay que entender qué es o que están haciendo”. Ferrari promete mejoras que todavía no se esperan en Aston Martin o Mercedes. Sainz mira al mismo top-5, pero ahora con la confianza de siempre, no la de Azerbaiyán, junto a un Leclerc crecido después de dos poles y un podio.
Asfalto. Alonso se bajó del podio en Bakú y el objetivo debe ser volver cuanto antes. El asturiano no espera grandes cambios con respecto a lo visto en las cuatro primeras carreras de la temporada. “Es un circuito rápido, muchas curvas fluidas y rectas largas. Será interesante ver si el reasfaltado ha tenido un impacto en la pista (en 2022 la superficie dio muchos problemas). Podremos hacer muchos test el viernes. En Bakú nuestro rendimiento fue alentador y espero un resultado similar en Miami, queremos sumar más puntos que nuestros rivales cercanos y dar espectáculo”, dice. En Miami habrá espectáculo, seguro. En la grada, en el ‘paddock’ y, con suerte, en la pista.