Salida crítica para Sainz
Hay más de un kilómetro entre los semáforos y la curva uno, así que los rebufos serán clave. “Mi objetivo es una buena arrancada y un buen ‘0 a 100″, dice a AS.
La sexta pole de Carlos Sainz en la F1 tiene muchos positivos (gran estado de forma, dejará Ferrari por todo lo alto) y un gran negativo: quizás no sea la mejor posición de parrilla frente al kilómetro de recta que le separa de la primera frenada. El juego de rebufos se volverá contra el español antes de la curva uno y será fundamental que tenga una arrancada óptima para, al menos, poder defender la posición frente a Verstappen (2º) y Norris (3º). Carlos desliza a AS que no le afecta que sus dos rivales más cercanos disputen el título, no tendrá ni más ni menos cuidado. “Tengo menos que perder”, sentencia.
“En la salida lo que quiero es mantener la primera posición porque en México es muy importante a la hora de controlar las temperaturas y la refrigeración. Mi objetivo está en la arrancada y el ‘cero a 100′, a partir de ahí dependo de lo buena que haya sido mi salida y las decisiones instintivas que tome, confío en mi instinto y quiero mantener la primera posición tras esa primera curva”, aseguró Sainz a este medio. “Los pilotos que están detrás luchan por cosas importantes y yo tengo menos que perder, así que intentaré mantener la posición”, añade. Si pasa esa curva uno, es optimista: “Estoy relativamente confiado, sé que mi ritmo debería ser bueno, lo más difícil probablemente es salir primero y llegar hasta la curva uno con los rebufos”.
Sobre la vuelta de Q3 y su particular cierre por el interior de la parabólica, señala a Norris: “Es una cosa que le gusta a hacer a Lando, acortar la distancia con respecto a la línea de meta, así que probé a ver si ganaba alguna milésima para no dejarme nada porque los márgenes eran pequeños”. “La pole sabe muy dulce, no es tan fácil tener dos vueltas tan sólidas en México. Hay muchos momentos de deslizar, es difícil hacer una vuelta completa pero mis dos vueltas fueron casi perfectas. Ya en Austin tuve confianza en la Q3 y eso se ha trasladado a México”, dice.
Sabe dulce, dice, pero también sabe amargo que solo le queden cinco carreras al volante de este gran monoplaza: “El coche va muy bien, así que soy optimista para las últimas carreras, pero también es amargo porque tengo la sensación de que Ferrari luchará por el Mundial el año que viene y yo no estaré para utilizarlo, cuando he sido parte del equipo. Aunque al estar pilotando bien y yendo rápido, quiero estar lo más arriba posible en estas últimas carreras”.