Sainz la vuelve a liar y Verstappen se da un batacazo
Pole impresionante del español en Singapur, dos consecutivas, por delante de Russell y Leclerc. Max, eliminado en Q2 (11º). Alonso saldrá séptimo.
Le sale todo. Está en estado de gracia. Sainz logró en Singapur la segunda pole consecutiva, la quinta de su carrera y la más dominante de todas hasta ahora. También la que ofrece un premio extra: Verstappen quedó eliminado en la Q2, saldrá undécimo o y pudo hacerlo más atrás (acumuló varias investigaciones) y la victoria está a tiro para quienes salen delante en Marina Bay, porque ni con un motor de reacción se puede remontar en este circuito endemoniado. Las dos vueltas de Carlos le situaban primero, apenas cedió el sector intermedio en su segundo intento. Volvió a batir a Leclerc (3º, 0.079) y entre ambos se coló un enorme Russell (0.072) que lleva, igual que el español, todo el fin de semana delante de su compañero. La carrera se presume abierta, emocionante, indescifrable. Quizás todo lo que no ha tenido la F1 en 2023. Pero cuando lo tiene, como este sábado (y probablemente este domingo), ningún deporte iguala el espectáculo. Alonso, por su parte, saldrá séptimo con un Aston Martin en el segundo escalón.
El guion de esta clasificación caótica compensa las diez carreras clónicas que ganó Verstappen. Para empezar, en la Q1, Stroll recordó a todos los allí presentes por qué la Fórmula 1 no es un juego, sino un deporte. El compañero de Fernando perdió el control en la curva de entrada a meta, enfiló recto hacia las protecciones y las golpeó a alta velocidad. Su Aston salió escupido de los muros, faltaba un cuarto de coche y lo que quedaba estaba a trozos. Uno de los accidentes más espeluznantes de la temporada. El revolcón fue peligroso, aunque afortunadamente el piloto reportó rápido a sus ingenieros que estaba bien. Norris se lo encontró, pero tuvo tiempo para esquivarlo. La bandera roja salvó a algunos que podían haberse quedado fuera del corte, porque la pista evolucionó mucho y los últimos intentos mejoraron por mucho a los anteriores. De hecho, hubo investigaciones pendientes por bloquear a pilotos en vuelta.
En la Q2, el batacazo: Verstappen quedó eliminado. Undécimo. Y tuvo dos investigaciones por ‘impeding’ pendientes que le pudieron mandar quizás hasta el 16º puesto. El Red Bull se volvió vulgar en Singapur con problemas constantes con el cambio que se traducían en falta de tracción a la salida de las curvas. “Una experiencia absolutamente impactante”, protestó Max por la radio a sus ingenieros. Durante todos los grandes premios de esta temporada recibió una nave espacial. Por primera vez en 2023 se encuentra un coche como los del resto. Curiosamente, certificó su eliminación el rookie Lawson con un Alpha Tauri, por delante también de Pérez (13º) y de su compañero Tsunoda (15º). Malo para Ricciardo. Malo para Red Bull.
Para la Q3 faltaba un intercambio de golpes entre Sainz, Norris, Leclerc, Russell… solo los Ferrari tuvieron dos intentos con neumático nuevo, y Carlos lo aprovechó. Alonso rascó un séptimo que debió ser quizás quinto o sexto (el Haas de Magnussen se coló delante) con un Aston Martin quizás un paso por detrás de la competencia más directa. El ritmo del AMR23 es prometedor en carrera, quizás una estrategia agresiva permita al asturiano ganar posiciones y no descolgarse de una lucha que por una vez no será solo por el podio.
Y ahora, este domingo, a por la guinda del pastel. Por delante, la carrera más larga de la temporada. La más tediosa. Mercedes se ha guardado neumáticos medios para ampliar su ventana estratégica y apostar, quizás, a dos paradas. Es el circuito más estridente con 19 curvas, cada una de su padre y de su madre, y 62 vueltas a semejante laberinto. De noche, a 30ºC y con una humedad que cuando cae el sol se acerca peligrosamente al 90%. Entre muros que pueden generar un accidente en cualquier momento, con el riesgo constante de bandera roja, coche de seguridad o cambio de estrategia improvisado. En resumen, quizás el gran premio más loco de la temporada. Al otro lado de la bandera a cuadros espera la gloria.