Entrenamiento críptico en Brasil
Norris lidera por delante de Russell y ¡Bearman!, que sustituye a Magnussen en Haas. Sainz fue séptimo (0.490) y Alonso, 9º (0.605). Verstappen (15º), a un segundo.
Ya era Interlagos un caso aislado del calendario, uno de esos circuitos en los que puede pasar casi cualquier cosa. Así que a la impredictibilidad del circuito se suma en 2024 el formato de esprint, con solo un entrenamiento libre, y también el oportuno reasfaltado que ha reseteado todos los indicadores que pudieran tener los equipos sobre el asfalto. Llegan a ciegas, tienen que alcanzar la velocidad crucero muy rápido y eso genera estrés en todos los garajes. Norris lideró la sesión con una última vuelta estelar, pero fue un entrenamiento dominado por Russell durante casi toda la hora y con muchas, muchísimas alteraciones en la tabla de tiempos: Bearman (sustituye a Magnussen), que ayer no sabía que estaría corriendo, fue tercero a dos décimas del McLaren con un humilde Haas como el que hizo la pole hace dos años. Aquí pasan cosas raras.
McLaren apunta alto en Brasil, puede que sea el sitio para avivar la lucha por el título y aumentar la presión sobre Verstappen. Ya está confirmado que el Red Bull del campeón incorpora un motor nuevo y eso costará cinco puestos de penalización en la parrilla del domingo. Max fue 15º en la tabla de tiempos, no mucho mejor que Hamilton (16º) o Pérez (19º). Esta pista no entiende de coches y pilotos grandes, aparentemente. El holandés no pudo completar su vuelta con neumáticos blandos.
Sainz fue séptimo justo por detrás de Leclerc con el neumático blando, y ocupó posiciones similares cuando aún utilizaba el medio. Ferrari no ha llegado al Autódromo José Carlos Pace con el golpe de pedal de las últimas dos carreras. Aunque hay rivales inesperados: Albon vuela (fue quinto con el Williams), la zona media se acerca en una vuelta tan corta.
Alonso fue 9º en un Aston Martin con más involuciones que evoluciones. Pero anduvo en el top-5 durante casi toda la sesión gracias a sus buenas vueltas con la Pirelli amarilla y una tanda larga bastante positiva. Circuito extraño, condiciones nuevas y tiempos sorprendentes del bicampeón, que hace un año logró aquí su último podio hasta ahora en la F1. Al final todo vuelve a la normalidad, a rondar el top-10. Pero las sensaciones están ahí.