“Newey habría abrumado a Williams”
Vowles, director de la escudería de Grove, admite que no estaban preparados para la llegada del ingeniero británico. “A veces es necesario sacrificar a corto plazo”, dice.
En una temporada de cambios dentro de la parrilla, uno de los movimientos más atractivos que ha vivido la Fórmula 1 ha estado relacionado con el apartado técnico. La salida de Adrian Newey de Red Bull desató el interés de numerosos equipos por hacerse con los servicios del británico. Finalmente fue Aston Martin quien logró convencer al gurú de la aerodinámica, en una decisión donde quedaron atrás equipos como Ferrari o Williams. La escudería de Grove, en pleno proceso de recuperación, podía encontrar en la figura del ingeniero un perfil atractivo para seguir progresando dentro del Mundial. Sin embargo, James Vowles, director del equipo, asumió que el desembarco de Newey era incompatible con el momento actual de la estructura.
A pesar de haber llevado a cabo una apuesta clara para volver a ser competitivos, con movimientos excepcionales entre los que se incluye el fichaje de Carlos Sainz, desde Williams todavía existen ciertas licencias que no se pueden conceder. Y entre ellas estaba el fichaje de Newey, como reconoce Vowles. El ingeniero estuvo por momentos en los planes de la escudería de Grove. De hecho, su no llegada “no tiene que ver con el dinero, aunque al final hubo una subasta” en la que los británicos no quisieron “seguir participando”. Porque el máximo responsable del equipo tuvo clara su perioridad: “Quería personas que crean en nuestro proyecto”.
Precisamente esa confianza hacia el futuro fue uno de los grandes atractivos que Carlos Sainz encontró en Williams. Es cierto que la escudería está en pleno proceso de reconstrucción, pero no por ello han perdido la perspectiva. De hecho, la renuncia a Newey estaba relacionada con un plan de evolución que desde Grove, pretenden realizar en conjunto. Vowles asume que la llegada del ingeniero británico “habría abrumado a nuestro equipo y eso podría haber tenido el efecto contrario. Habría terminado frustrado”, dice el directivo, sobre una incorporación que era incompatible por el momento en el que se encuentran ambos.
Desde Grove no quieren “una infraestructura que dependa de una sola persona. Williams no gira en torno a mí, a un piloto a un ingeniero, será un equipo de mil personas trabajando juntas”, explica Vowles, sobre la estrategia con la que pretende devolver a la escudería británica hasta las primeras posiciones. Especialmente con un cambio de reglamento (2026) a la vuelta de la esquina. Y aunque es en esos momentos, cuando Newey mejor sabe interpretar las zonas grises de las normativas, el equipo que dirige James todavía necesitaba “llevar a cabo mucho trabajo, antes de poder ofrecerle a alguien de su calibre el entorno adecuado”. “A veces es necesario sacrificar a corto plazo para ganar a largo plazo”, insiste Vowles, sobre una decisión que no les ha hecho perder la perspectiva. En Williams no estaban “preparados para alguien como Newey”, pero sí, para hacer crecer al equipo en el menor tiempo posible. Están en camino.