FORMULA 1

Los deberes del Ferrari de Vasseur

Una estructura con director técnico, suavizar las presiones sobre los pilotos, reforzar el área estratégica… la lista de tareas del nuevo team principal en Maranello.

Joe Portlock - Formula 1Getty

Frédéric Vasseur se incorporará a Ferrari como team principal el próximo 9 de enero, aunque antes tendrá tiempo para hacer llamadas y consultas, sentar las bases de sus primeras decisiones y confeccionar su estructura al frente de la escudería. En Maranello tienen un buen coche, el subcampeón de constructores; un buen motor, al nivel de Honda y Mercedes; y dos buenos pilotos con Leclerc (2º, tres victorias, ocho poles en 2022) y Sainz (5º, una victoria, tres poles). Pero esos tres ingredientes no garantizan el éxito ni la estabilidad en el futuro. Después de varias conversaciones con fuentes especializadas, estas son algunas de las tareas que debe contener la hoja de ruta del ingeniero francés.

-Dirección técnica. La organización de la escudería es particular y no hay un director técnico al uso, sino responsables de chasis, rendimiento o unidad de potencia. Es así porque Binotto era el director técnico antes de ascender a jefe y siguió cumpliendo con esas funciones durante un tiempo. Con las operaciones de pista y la dirección deportiva bien cubiertas (Laurent Mekies), a Ferrari le convendría más claridad a la hora de desarrollar el monoplaza con una figura técnica al mando. Red Bull se desarrolló más y mejor que el F1-75 a lo largo de 2022.

-Estrategias. No hace falta señalar con el dedo a los culpables, pero es evidente que en Ferrari es necesario reforzar el área de decisiones estratégicas y su ejecución durante las carreras. Ha habido errores graves en los ‘pit-stop’ por decisiones tardías o precipitadas, como aquella parada de Sainz en Zandoort a la que solo llegaron tres ruedas. Siempre quedó en el ambiente la sensación de que Red Bull les hacía ir con el pie cambiado. Los equipos que luchan por títulos apenas cometen uno o dos errores a lo largo de una campaña. No fue el caso de los italianos.

-Pilotos y prioridades. Se empieza a transmitir que habrá igualdad de oportunidades entre Leclerc y Sainz al inicio de la temporada 2023, y que durante el año se podrán focalizar en uno de ellos si la clasificación del Mundial lo justifica. Ya era así en el pasado, pero cierto sector de la prensa italiana, muy a favor de Charles, ha sido crítico con este asunto. Cuestionan a Sainz si dice que quiere luchar por el título tanto como le tachan de ‘segundo’ cuando dice que la prioridad es el equipo. Le criticaron al inicio de 2022 por no estar con Leclerc, y luego por llegar y pelear con el monegasco. Si Vasseur dedica un tiempo a ‘pacificar’ algunas opiniones, puede influir para bien en la paz social de Ferrari. Los medios italianos presionan porque la Scuderia no gana un título de pilotos desde 2007, ni uno de constructores desde 2008.

-Leclerc. Es uno de los talentos jóvenes más importantes de la F1 actual y una bestia en clasificación, pero quedan detalles por pulir. Su silencio en las estrategias, ese dejar hacer al muro, le ha pesado en demasiadas carreras y contrasta con la experiencia de un Sainz proactivo. Los enfados de Charles y el tono crítico en la radio o las ruedas de prensa tampoco casan bien en un equipo, Ferrari, que siempre estará por encima del piloto. Carlos solo se salió del guion en Silverstone, con aquel “stop inventing”. Si Charles estaba incómodo con Binotto, y quizás ha acelerado el proceso de cambio a Vasseur, ahora tiene que justificar los galones con grandes actuaciones en sábado, pero también en domingo. Igual que Sainz no puede dejar pasar ni una oportunidad y tiene que estar al máximo de lo que el coche ofrezca desde el primer día.

-Imagen. Binotto era un hombre de la fábrica, con estrechos vínculos después de 28 años, que se erigió como escudo de su gente y eliminó la cultura de la culpa. Ahora Vasseur viene de fuera y tendrá otra perspectiva a la hora de identificar los problemas y mantener la comunicación con John Elkann, presidente de la compañía. El francés también podrá dar otra vuelta de tuerca a esa imagen de solemnidad perenne que rodea a Ferrari: la potencia mediática y marquetiniana de Red Bull o la originalidad en Mercedes y McLaren pueden ser buenos ejemplos para un equipo que no se concede muchas licencias o libertades a la hora de comunicar, y eliminar del ambiente esa constante que dice que Ferrari está en crisis siempre que no está en lo más alto del podio. Y eso que en los últimos años el ‘hospitality’ ya se ha convertido en un lugar amable y acogedor.

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