FÓRMULA 1

La última bala de Aston Martin

Las evoluciones de Austin, en busca de “carga aerodinámica y agarre mecánico”, ponen fin al desarrollo del AMR24. “Estábamos con Mercedes y ellos ahora ganan”, admite Krack.

Lionel Ng

La Fórmula 1 despierta de su letargo. Fueron tres semanas de parón entre Singapur y Las Américas, aunque a diferencia de las vacaciones de verano esta vez las fábricas sí estaban abiertas y la mayoría de las escuderías aprovecharon para afinar el paquete de evoluciones que incorporarán este fin de semana en Austin. El formato de esprint no ayudará a testar piezas, pero los plazos son los que son: si se quiere influir en los resultados del final de la temporada, la logística dice que es ahora o nunca. Ningún equipo ha brillado en 2024 a la hora de convertir todas las evoluciones en mejoras, salvo McLaren (que tampoco tuvo paquetes tan ambiciosos desde Miami). Aunque si hay uno que destaca por la marcha regresiva es Aston Martin, que pasó de ser cuarto o quinto coche al inicio de la campaña, peleando en la pista contra McLaren y Mercedes; a sexto o séptimo en los grandes premios recientes.

Son quintos en constructores (86 puntos) con mucho margen sobre el sexto (Racing Bulls, 34). Pero las manos de Alonso maquillan un último tercio de campaña muy discreto en el equipo de Silverstone. Fernando puntuó en cuatro de las últimas cinco carreras, Stroll en ninguna. Las buenas vueltas de clasificación y los domingos ejecutados a la perfección eclipsan la falta de rendimiento del AMR24. El equipo lo sabe. “No estamos donde queremos, nuestro objetivo era acercarnos a los equipos del top-4, sabríamos que éramos los quintos entonces pero no hemos conseguido acercarnos y otros han progresado más que nosotros. Es la realidad y es algo que tenemos que entender y corregir”, admite Mike Krack.

“Las evoluciones no hacen lo que deberían y las de otros coches hacen más que las nuestras. Es simple. Lo más importante es entenderlo. No nos rendimos, traeremos más piezas para intentar arreglar los problemas que tenemos ahora. Sucede en todo el ‘pit-lane’ salvo en un equipo (por McLaren), no es un asunto sencillo, todos ponen y quitan piezas. Me gustaría que estuviéramos en otra situación, pero no es así, tenemos que ser autocríticos. Que estos resultados no escondan que no estamos donde queremos”, dice el team principal de Aston Martin.

La fábrica está ya volcada en el coche de 2025, pero las piezas del GP de Estados Unidos se proyectaron hace tiempo. ¿Qué pretenden corregir? “Hay un par de problemas con este coche, la carga aerodinámica y el balance. En qué orden, dependerá del tipo de curvas y de circuitos que tenemos. En Singapur o Bakú las curvas son cortas, pero en Monza la última curva no se acaba nunca. Tenemos que mejorar en ambos terrenos, en agarre mecánico y carga aerodinámica. Necesitamos dar un paso rápido en ambos. Además, los pilotos no están contentos tampoco cuando la velocidad es baja”, explica el ingeniero a AS.

Se fijan en McLaren, que inició 2023 en el fondo de la parrilla y ahora va a ganar un Mundial de constructores. Pero no solo: “Estábamos con Mercedes al inicio de la temporada y luego ellos han ganado carreras consecutivas, así que es posible progresar. No es una carrera en busca de carga aerodinámica como había en el pasado en el que es muy difícil acercarse, aquí es cuestión de tener un coche estable y equilibrado, además de la carga”. “Lo peor que se puede decir es que somos los mejores del resto. No debemos distraernos con eso, hay que asegurarse de que los resultados positivos no escuden defectos que se deben mejorar, que no estamos donde queremos estar. Desde fuera se ve que sumamos y sumamos, pero los cuatro equipos de delante multiplican por tres o cuatro lo que sumamos nosotros”, cierra el jefe. Manos a la obra.

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