¡Esto sí es un F1 de 2023!

Un aplauso a los valientes: Alfa Romeo presentó el C43 en Zúrich y enseñó un coche de verdad, rediseñado. En tiempos de maquetas y decoraciones, mostrar armas reales y no pistolas de juguete es toda una declaración de intenciones por parte de la escudería Sauber. El monoplaza que pilotarán Bottas y Zhou, con motor Ferrari, luce con clase el rojo y el negro. Su director técnico y padre de la criatura, Jan Monchaux, avanza cambios “fundamentalmente en el tren trasero”.

“Identificamos áreas en las que había potencial que liberar y que no pudimos desarrollar en 2022. Nos centramos en el tren trasero, queríamos ser valientes para desarrollarlo con otras soluciones. También perdimos algo de fiabilidad el año pasado y nos hemos centrado en recuperarla durante el invierno”, asegura el ingeniero, que amplía las novedades: “Cambiamos el encaje de la caja de cambios y la suspensión. Eso altera el flujo del aire. Con el concepto del año pasado, creíamos que habíamos llegado a un punto muerto. El tren delantero se desarrollará durante la temporada”. El leve cambio de reglas en el fondo plano implica “una pérdida de un segundo por vuelta, y será cuestión de ver cuánto puedes recuperar”, asegura.

Los coches bonitos siempre parecen rápidos. “Es mi bebé y nunca diré que es feo. ¿Rápido? Lo veremos al inicio de la temporada. Pero tenemos que ser pacientes, tenemos deberes en los test de invierno para preparar esas primeras carreras”, dice Monchaux, que augura una zona media comprimida aún más y un ‘porpoising’ poco relevante: “Espero que no sea recurrente, porque solo tenemos tres días de test y si nos encontramos con una situación similar, sería una pesadilla. Que es lo que pasó en Barcelona el año pasado. Con las métricas que tenemos, ese tema se puede llegar a retrasar, porque no puedes liberarte del fenómeno, hasta el punto de que no llegue a aparecer”. El C43 tocará el asfalto la semana que viene con un filming day en Barcelona.

El embrión de Audi

Ofició la presentación Alessandro Alunni Bravi, el hombre fuerte de la escudería, ante la atenta mirada de Andreas Seidl, flamante nuevo CEO de Sauber que sustituye a Fréd Vasseur. Es un equipo con metas a largo plazo: el 2023 será su último año bajo el paraguas de Alfa Romeo; en 2024 y 2025 competirán como Sauber, a secas, y a partir de 2026 serán el equipo oficial de Audi e incorporarán el motor que desarrolle la firma alemana.

Bottas es el líder del proyecto. El finlandés de 33 años (10º en 2022) vive ahora liberado de las cadenas de Mercedes y Hamilton. Luce otra cara, también otro aspecto con su peinado de futbolista australiano. “Espero más consistencia, más puntos y mejores resultados, pero hay mucho trabajo en los detalles para llegar a esa situación”, espera Valtteri. “Mi papel aquí es muy diferente a lo que había tenido antes en ningún equipo de F1. Intento aportar mi experiencia y conocimientos técnicos del pasado y ese trabajo continúa de manera abierta. Me gusta saber lo máximo posible sobre los detalles del coche nuevo y la dirección del ‘set-up’, o el desarrollo del equilibrio del coche, ha ido en la buena dirección. Veremos con este nuevo coche, espero que todo vaya mejor”, apunta el finlandés, gracioso: “Si el coche es rápido, lo he hecho yo”. El chino Zhou fue un digno rookie el pasado curso (18º, seis puntos) que debe demostrar un salto de calidad. El reserva es el francés Pourchaire, que competirá en F2.