Alpine abandona a Alonso

“Motor, motor”. Un puñetazo desconsolado y un lamento sobre las protecciones, minutos después de gritar por la radio un mensaje demasiado recurrente este año: “Increíble, vaya temporada, vaya temporada”. La fiabilidad castigó a Alonso en otra de esas carreras que por su parte fueron inmejorables: rodó séptimo virtual, primero del resto, con ventaja sobre todos y con una visión periférica. Peleó al principio contra Bottas, abrió hueco con la gestión de los neumáticos, y llegó a tener hasta nueve segundos de ventaja sobre Ocon, castigándole con medio segundo por vuelta al inicio del segundo ‘stint’.

Pero en el último tercio de la carrera, la velocidad punta del Alpine se volvió indefendible. Todos le alcanzaron, Ocon le pasó sin oposición, también llegaron Norris y Bottas. Y antes de que diera tiempo a que el McLaren y Alfa Romeo le quitaran las pegatinas, fue el propio motor quien se borró. Seis puntos a la basura. Se vuelve casi imposible que Alonso termine la temporada delante de Ocon, que es lo que se vio desde fuera casi cada fin de semana, pero no lo que refleja la clasificación. Y se antoja lógico que el futuro del bicampeón sea verde, y no azul.

Eso fue en la zona media. Algo más adelante, en tierra de nadie, Ferrari cuajó la carrera más gris de la temporada. Sainz fue quinto, justo delante de Leclerc. El monegasco no se encontró, terminó a más de siete segundos de su compañero de equipo. Ninguno de los dos tuvo ritmo para acercarse a los que este fin de semana disputaron la victoria. Curioso paso atrás del F1-75. Y curioso paso adelante de Carlos frente a Charles conforme se complica el monoplaza.

Verstappen era la estrategia buena

La lucha por la victoria por momentos pareció que brindaría el reencuentro entre Verstappen y Hamilton, el último capítulo de aquella preciosa lucha que convirtió la temporada 2021 en inolvidable. Estaban todos los ingredientes: dos coches parejos, estrategias contrapuestas, una pista que revigoriza a Mercedes y vuelve mortal a Red Bull. En eso consistió la salida, con Max defendiéndose de Lewis a poco más de un segundo, y también el primer ‘stint’. Russell falló en la arrancada, regaló el segundo puesto y también el tercero. Pero las flechas de plata por una vez estaban ahí, en el mismo sitio que durante los últimos ocho años.

El problema es que la estrategia buena suele ser, generalmente, la que lleva el piloto más rápido. Red Bull preparó un domingo a dos paradas con Max y Mercedes, solo una para Hamilton. Pero mediada la carrera, Lewis con duras y Max con blandas, el equipo energético decidió que el neerlandés llegaría hasta el final. Y lo hizo sin sufrir, con casi 15 segundos de ventaja. Tampoco sudó Checo Pérez, tercero en casa con el mismo plan que Verstappen, le dio incluso para sobreponerse a un cambio de neumáticos defectuoso. El Foro Sol estalló con el triunfo del campeón y el regreso al podio de su hijo pródigo. Esta noche, tequila con Red Bull.