Este Alpine sí gana
El equipo francés se lleva las 6 Horas de Monza en una apretada victoria sobre Toyota que además les refuerza en el liderato a falta de dos pruebas.
Alpine se ha desquitado en Italia del fiasco que se llevaron en las 24 Horas de Le Mans y se adjudicado las 6 horas de Monza del WEC, segunda victoria de la temporada tras la de Sebring. La fábrica francesa sigue así líder del Mundial de resistencia a falta de dos pruebas, las 6 Horas de Fuji y las 8 de Bahréin.
Alpine basó su victoria en Monza en la fiabilidad y el ritmo de su coche, algo que no pudieron hacer ni Glickenhaus ni Toyota. Los primeros tuvieron que retirarse cuando lideraban la carrera con medio minuto de ventaja y se postulaban como los máximos aspirantes a vencer, incluso superaron sin mayores complicaciones una sanción que no les hizo perder la cabeza. Pero un problema en el turbo envió al garaje al coche SCG 007.
La marca japonesa, por su parte, tuvo problemas al comienzo con su coche número 7 y luego una penalización de 90 segundos que les complicó sus aspiraciones. La puntilla fue un toque con el Alpine en plena recta y a más de 300 km/h que dejó el asunto en un mano a mano entre el coche francés y el 8 japonés, reciente triunfador en Le Mans. El pleito entre ambos llegó hasta la última vuelta pero Matthieu Vaxiviere aguantó y gestionó a la perfección su ventaja en la cabeza para cruzar la línea de meta en primera en posición.
En cuanto a Peugeot, la primera toma de contacto en su regreso a la resistencia fue irregular. Uno de sus coches, el 93, no pudo acabar la carrera, mientras que el otro acabó en la posición 33. No era el objetivo luchar por resultados, la marca del león recoge buenos datos para continuar con su programa en la resistencia.
No menos apretado y emocionante final hubo en la categoría GT. Una clase en la que Miguel Molina optaba claramente a subir al escalón más alto del cajón. Y todo hacía indicar que así iba a suceder, peor una parada del Ferrari a falta de un minuto entregó la victoria y el liderato el Chevrolet número 64, que tras su amarga participación en Le Mans, cuando el LMP2 de Perrodo le sacó de la pista cuando el coche amarillo iba disparado a la victoria, se rehace con el champán en Monza. Lo que la suerte le quitó en Francia se lo devolvió en Italia, incluso desde el coche norteamericano recibieron con sorpresa su triunfo: “A falta de media hora dimos por perdida la carrera”.