MOTOGP | CATALUÑA

El arte llega al box de Martín de la mano de Caravaca

El artista plástico ha pintado el box del Prima Pramac y los carenados de las motos que sacarán en la carrera del domingo Jorge y Morbidelli.

MONTMELÓ

La familia. Así se titula la exposición artística en la que se ha convertido este fin de semana el box del Prima Pramac Ducati de MotoGP. Miguel Caravaca, artista plástico de 45 años, ha puesto patas arriba el box de Jorge Martín y Franco Morbidelli, para los que también ha pintado a mano los carenados con los que correrán el domingo. Nunca antes los veremos en pista, no vaya a ser que los arañen antes de tiempo y no hay recambios para semejantes obras de arte. Habrá a quien le guste más o menos (al que firma estas líneas le encanta), pero de lo que no hay duda es que la idea y la obra original es un rato.

“Este proyecto se lleva gestando conceptualmente desde hace un año. Cada retrato que está en el box se empezó a pintar desde hace unos seis meses. Y la semana pasada estuve en Pesaro, para pintar dos motos a mano, una para Martín y otra para Morbidelli. Dos motos en dos días pintando sin parar. Y el box lo he ido interviniendo a mano otros dos días”, empieza diciendo a AS el artista, antes de dejar muy claro que “las motos salen el domingo, para la carrera, y ojalá lleguen al box intactas”.

Retratos en el box del Prima Pramac.

Caravaca asegura que “la idea surgió hace tiempo tomando un vinito con Fonsi, y además de las motos también están los monos, el casco de Jorge hecho a mano en Italia, como sus guantes y sus botas”. Y cuenta así la reacción de los pilotos al ver el resultado: “Los pilotos han flipado y están totalmente emocionados y encantados. Ten en cuenta que dos de los retratos principales del box son las madres de ambos pilotos. Las he dado un protagonismo muy especial y he puesto amor de madre y madre sólo hay una. ¿Por qué? Porque son las grandes sufridoras. He querido ponerlas las primeras. En vez de estar detrás, como siempre, aquí están delante y se las ve”.

Martinator corrobora para este diario las buenas sensaciones de las que habla el artista: “Me parece una pasada. No me lo esperaba. Pensaba que estaría pintado, pero no me esperaba esos cuadros. Parece una galería de arte. Enhorabuena a Miguel, porque es una pasada, y al equipo porque seguro no ha sido fácil. Lo primero que he pensado es que el domingo ya puedo llevar de vuelta al box la moto intacta. Vaya presión. Ahora en serio, lo importante es llevarla arriba y pelear, para intentar lo máximo y ver qué pasa. No supone una responsabilidad extra. Tiene importancia y lo que va a ser bonito es mostrar este diseño y llevarlo arriba, pero sin presión”.

Su madre, Susana Almoguera, también está encantada con la manera en la que Caravaca la expone en la parte trasera del casco del líder del Mundial, una flamenca con traje de faralaes entre el 8 y el 9, su dorsal.

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