Detallazo de Maverick con la familia de Salom
Viñales tenía en propiedad la moto del primer podio del ‘mexicano’ y se la ha regalado a sus padres: “Era importante que esa moto estuviera en su casa, no en la mía”.
Hacía tiempo que Maverick Viñales tenía en propiedad la Aprilia de 125cc del equipo RW Racing GP con la que el añorado Luis Salom logró su primer podio mundialista. Llegó con un segundo puesto en la carrera de Assen de 2011, precisamente cruzando la meta por detrás de Mack y por delante de Gadea. Pues bien, antes de viajar a este GP de Países Bajos, el de Aprilia ha tenido el detallazo de enviarle a la familia de Salom esa moto que entiende debe estar junto a ellos en lugar de su casa. ¡Chapeau!
“La verdad es que no he dicho nada… Lo he hecho porque es una satisfacción para mí interiormente, para mí, para mi persona. Creo que era importante que esa moto estuviera en su casa, no en la mía. Tiene su lugar, tiene su casa, su familia y creo que esa moto debía estar ahí. Recuerdo que hace dos semanas estaba en el garaje, estaba moviendo cajas y tal, porque me gusta mover todo y organizar, y la vi ahí y dije: esta tiene que ir a su casa. La enviamos, y nada. Yo estaba callado”, aseguraba sonriendo Maverick, que recordana cómo fue la rivalidad entre ambos: “Fue un rival muy importante para mí. Después de rival fue un amigo muy importante también. Y simplemente eso, que creo que la casa de la moto es otra, no la mía. La envié y me sentí muy realizado al hacerlo. A mí el dinero me cuenta cero en la vida”.
Al comentarle que es uno de los gestos más bonitos que se recuerdan en el paddock, dice: “Bueno, al final, es lo que digo. ¿Cuándo entiendes que es importante la vida? Cuando tienes un hijo. También yo perdí a mi primo. He vivido muchas caras de la moneda, entiendo lo que es el amor por un hijo, lo entiendo muy bien, entiendo también qué es la pérdida de alguien cercano en competición. Y lo hice con el corazón, como siempre. Todo lo hago así en la vida, todo”.
Y contó que María y José Luis, los padres del mexicano, no se esperaban para nada algo así: “No, no, no había dicho nada. Dije: “María, te va a llegar un paquete”. (Risas). “Ya me dirás si te gusta”. La llamaré después de que pase la carrera, ahora prefiero estar concentrado. Lo hice la semana pasada. Cosas, yo soy así”.