Cuarta temporada y mismo objetivo para Palou

Este fin de semana arranca la nueva temporada de la IndyCar con el GP de St. Petersburg (domingo 18:30, M+ Deportes), primero de los 17 GGPP de los programados. El australiano Will Power defiende título con el Penske. Un solitario triunfo en 2022, en Detroit, combinado con una excelente regularidad, le valió el campeonato, en el que su compañero Josef Newgarden acabó segundo. Sus cinco victorias de nada le sirvieron. El equipo propiedad de Roger Penske parte de nuevo como uno de los favoritos y completa su alineación con Scott McLaughlin, tres victorias la temporada pasada.

Tercero en la general fue Scott Dixon, de Chip Ganassi. El neozelandés es el piloto más laureado de la serie americana, con seis campeonatos y 53 victorias, por lo que con ese expediente siempre hay que contar con él. Y también con Álex Palou, campeón de 2021. El español, que cumple su tercer año en Ganassi y su cuarto en la serie, estuvo la primera mitad del campeonato pasado en el podio e incluso llegó a liderar la general y las 500 Millas de Indianápolis. Pero llegaron factores ajenos que distrajeron su rendimiento: el embrollo legal con su contrato y su pase a McLaren y una inoportuna bandera amarilla en el óvalo de Indianápolis que le mandó de la primera posición al fondo del grupo.

No lo dice públicamente Palou, pero todo indica que será su último año en Ganassi, antes de poner rumbo a McLaren Arrow. Con toda la experiencia adquirida y si no vuelven elementos de distorsión, el barcelonés también es claro favorito al título y las 500, esa carrera mítica en la que ha rozado dos veces el triunfo.

Mejorar en las clasificaciones, ocho Fast 6, dos primeras filas y ceros poles en 2022, es una de las tareas apuntadas en el debe de Palou. Las razones son obvias, partir delante compromete menos las salidas y permite cierta ventaja a la hora de manejar la estrategia y consumos, no tener que ir siempre a la contra buscando una bandera amarilla que te reenganche a la cabeza. El otro debe son los circuitos ovales, en los que Palou no exprime todo su potencial como sí hace en ‘ruteros’ y los ‘callejeros’.

En carreras tan impredecibles como las de la Indy no se puede descartar a nadie y sería una temeridad no tener en cuenta a Marcus Ericsson, el más rápido de los test de pretemporada, vencedor en el ‘brickyard’ de Indianápolis el año pasado y líder buena parte de la temporada gracias a la puntuación doble tras saborear el trago leche. Un doble premio que este año se elimina y las 500 Millas de Indianápolis tendrán tratamiento de una carrera más, aunque sea todo menos eso.

Para finalizar, Andretti, con Colton Herta, Romain Grosjean, Kyle Kirkwood y Devlin DeFrancesco, y MacLaren Arrow, con su tridente Patricio O’Ward, Felix Rosenqvist y Alexander Rossi, deben dar un paso para delante para plantar cara a los Penske y Ganassi. Ambas escuderías se repartieron la pasada campaña las migajas que dejaron los dos mejores, con dos triunfos para el mexicano y uno para Herta y Rossi.

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