Audi sufrió más de lo esperado
La marca de los cuatro aros tenía claro que se reengancharían a la carrera con Sainz, pero la reparación se complicó y terminaron apurados.
El plan estaba más que establecido una vez que Carlos Sainz llegó al campamento: tocaba trabajar toda la noche para reparar el coche del madrileño y que este se reenganchase a la carrera desde la etapa 7. Se fueron completando las primeras partes, Carlos llegó en torno a las 20:20 hora española y tras una primera toma de contacto con Rolf Milch, director de Audi Sport, y Arnau Niubó, ingeniero de pista, el madrileño y Lucas Cruz abandonaron el habitáculo para que los ingenieros comenzasen con la faena.
No había tiempo que perder. Eran conscientes de ello si querían volver a estar en la zona de salida de Riad y lo que parecía una noche más en la oficina, acabó teniendo sus complicaciones a partir de las 20:20 (hora española) en la que Carlos abandonó un coche lo suficientemente reparado por la asistencia, como para que pudiese llegar por sus medios al campamento. Aunque no finalizó la etapa.
El hecho de no haber validado todos los waypoint de la especial y ni siquiera haber visto meta, supusieron una sanción de 28 horas y 45 minutos, aunque este tiempo no influyó en nada durante la reparación. De hecho se conoció una vez comenzada la séptima especial. Aunque esto desvela el final, el coche llegó a tiempo, el trabajo fue mucho más costoso en un prototipo donde los sensores dieron más guerra de la esperada.
La parte eléctrica tuvo un alto grado de culpa en una contrarreloj agónica en su tramo final. Después de revisar hasta el último detalle del RS Q e-tron E2, las casi ocho horas que tenían por delante para reparar se pasaron en un parpadeo y el Audi estuvo listo 10 minutos antes de la hora de salida (4:08 en horario español) del campamento. Entre todos apretaron los dientes para que a las 3:58 ese prototipo saliese a por una nueva etapa, donde varias piezas acabaron en el coche de Ekstrom. Por lo que tocó volver a remar contra el tiempo en una semi maratón, que lo limitó todo a dos horas. El no va más.